Creo que ya todos han leído el final «alternativo» «oficial» que publicó en conmemoración del cuarto aniversario de las Reliquias de la Muerte Greg Palast en su blog y que fue transcrito por HarryLatino.com en español, el cual, según él, consiguió de la misma JK Rowling en una entrevista que le realizara en octubre de 2007.
El periodista, denominado por la revista Tribune como el reportero investigador más importante de nuestro tiempo, dijo haber recibido departe de la autora varias alternativas y cuando llegó a su casa, transcribió uno de ellos, mismo que ha mantenido en secreto hasta ahora. A continuación les presento dicho final:
** Greg Palast no leyó en ningún momento un manuscrito o copia escrita de dichos finales, sino que solo los escuchó y de allí transcribió lo que recordaba, por lo cual, técnicamente, J.K. Rowling no redactó este final, ya que cada palabra pasó por las manos de Greg Palast y del traductor. **
Al Bosque Prohibido
Harry marchó al prado donde Voldemort esperaba con su grupo de Dementores. La cicatriz de Harry dolía brutalmente, ahorrándole el dolor de pensar demasiado a fondo su decisión, que probablemente le traería solo muerte.
¿Qué maldad especial, qué hechizo mortal y tortuoso había preparado el Señor Oscuro para la destrucción de Harry? Voldemort había perseguido a Harry por más de una década, sin duda Voldemort se armaría a si mismo con un maleficio especial más poderoso y definitivo que el Avada Kedavra que había fallado en matar a Harry como niño.
Harry estaba terriblemente en lo correcto. El Señor Oscuro, en su claro en el Bosque Prohibido, estaba preparando un hechizo tan devastador como Harry había temido, y mucho más terrorífico. Mientras Harry marchaba a su reunión destinada, Voldemort pasó su varita a los fríos Dementores, ordenándoles que la besaran.
Voldemort, en esas dolorosas y solitarias noches de su exilio y recuperación, había concebido una manera de lanzar un beso de Dementor desde su varita, el beso que podría tomar el alma de su víctima para siempre. Y ahora él iba a atacar a Harry con cientos de ellos. La recompensa de Voldemort sería más grande que ver el entierro de Harry. Él tendría a Harry congelado en un lugar, Harry viviendo encerrado por la eternidad en el momento final de humillación y derrota de Harry, un momento terrorífico de la victoria de Voldemort que todos podrán ver por siempre. La dicha de Voldemort aumentaba con cada beso de Dementor en su varita.
Harry sintió conforme se acercaba un frío similar a la tumba y el sentimiento sostenido de desesperación. No tenía esperanza, y él no contaba con ayuda para enfrentarlo. Y él lo sabía.
Pero entonces, Harry sintió la presencia de un hombre y una mujer jóvenes, aunque él no los veía. Estos dos fantasmas agarraron amorosamente su cuerpo y alzaron su espíritu. Él no tuvo duda de que ese era el último rastro de vida de sus padres, haciendo un último sacrificio para unírsele en su viaje final. Él se permitió a si mismo un momento de felicidad pacífica, sintiéndose tan cercano a ellos.
Entonces él paró. Harry se estremeció con un profundo sentimiento de reconocimiento. Ellos no eran sus padres. Ellos eran los padres de Voldemort: el joven Tom Ryddle y su esposa que, para esta ocasión, había tomado de vuelta el rostro de su hermosa sirvienta. Ellos habían dicho, sin usar palabras, «Nuestro querido hijo, nosotros no permitiremos que te hagas daño.»
¿Esas palabras eran para él? ¿O para Voldemort? De alguna manera, no parecía importar. Ellos se veían tan amables cuando él no necesitaba nada más en este momento que el amor de unos padres.
Harry, y los dos afectuosos espíritus volviéndose más visibles, se acercaron a la orilla de la arremolinada multitud de seguidores de Voldemort, la cual se dividió, preparándose para darle a la víctima un camino fácil a su perdición.
La varita de Voldemort había vuelto a su mano blanca y huesuda. El Señor Oscuro apuntó confiado al lugar donde Harry seguramente saldría en medio de la multitud, no aún para destruir a Potter sino para sostenerla mientras él se preparaba para darle a Harry un discurso sobre el eterno castigo que estaba por lanzarle.
Voldemort se rió cuando Harry llegó. Pero cuando el Señor Oscuro vio los espectros de sus padres, él gritó como si hubiese sido cortado ala mitad. Consu corazón furioso en llamas, Voldemort lanzó inmediatamente los Besos mortales, gritando “¡Oppugno Mortimbessios!” Y todos los viles terrores de los Dementores, en un relámpago imparable que salió de su varita, se dirigieron apresuradamente a Harry y los espíritus a su lado.
Solo le llevo una centésima de segundo a la maldición de Voldemort el alcanzar a Harry. Pero de alguna manera el mundo parecía haberlo alentado, la Tierra cesó de girar; todo en el planeta se paralizó, aunque Harry estaba consciente de que él podía moverse. Harry había planeado cada escudo para su defensa, pero ahora todo era claramente inútil. Harry se encontró a si mismo incapaz de hacer otra cosa que inclinarse en una rodilla y bajar su cabeza, preparándose para aceptar la fuerza del disparo y su muerte y fin.
Mientras él se arrodillaba, en ese silencioso momento fuera del tiempo, las dos sombras volaron de él hacia Voldemort. Y Voldemort cambió. El viento frío de los Dementores, y el Tiempo, retrocedieron; y ahí estaba Voldemort, convirtiéndose en su forma mas joven, potente y aterradora.
La maldición golpeó la cicatriz de Harry, borrándola. Entonces, en un ruidoso rugido, él sintió el aplastante dolor de su cráneo abriéndose, y después el hechizo saliendo de su cabeza, de vuelta a la varita que lo envió.
Conforme la maldición volvía hacia él, Voldemort continuaba volviéndose mas joven, hasta que era un niño pequeño de nuevo con su madre y padre a los lados. Cuando ellos se dieron cuenta que la fuerza completa del hechizo del propio Voldemort estaba por golpearlo, sus padres pusieron sus brazos tranquilizadores alrededor de su hijo para protegerlo del último golpe.
Y entonces golpeó. Y ahora las tres almas entrelazadas, Tom Ryddle, su esposa y su joven hijo, se quedarían sepultados para siempre en ese momento, incapaces de salir.
Y sin desear hacerlo.
Hogwarts, año 2130 de nuestra era
El director, su larga barba blanca despeinada y su cabeza calva y arrugada rematada con un marchito sombrero de mago, miraron con pensativa gratitud al marco de fotografía vacío que convenció al Ministerio de poner, a pesar de su renuencia. Él sabía que pronto viviría en ese cuadro grabado con el nombre «Harry Potter», separado de Albus Dumbledore sólo por los retratos de las Directoras McGonagall y Chang.
El viejo mago podía oír abajo a la escuela murmurando con preparativos para su cumpleaños 150. Él movió a Ginny, un ave de paraíso, a un perchero cercano a su escritorio. Su esposa, en vez de envejecer, se había convertido a si misma en esta hermosa ave, pero aún insistía en dar consejos de una manera poco similar a la de un ave. «Harry, querido, no puedes perderte tu propia fiesta de cumpleaños. Y el exterior está tan hermoso.»
En efecto, el día de verano había traído decenas de excursionistas que habían puesto sus canastas y manteles cerca de la tibia luz emitida por la estatua viviente de la familia feliz con el hijo pequeño. Nadie excepto el viejo director sabía quien estaba encerrado en esa esfera brillante. Cuando los Dementores fueron soltados del hechizo de Voldemort, ellos, y cada mago excepto Harry y la sombra de Albus, fueron borrados de toda memoria del Señor Oscuro. Ahora, después de mas de un siglo, la curiosidad acerca de la familia en la estatua había terminado hace mucho tiempo. Harry simplemente ordenó ponerle una placa. Decía solamente «Enigmas». [Nota del Traductor: La traducción «Enigmas» es un juego de palabras entre el misterio de la identidad de la familia y el apellido dela Familia Ryddleen inglés. Ambos se pueden escribir en inglés con la palabra ‘Riddle’.]
«Iré», él dijo a su emplumada esposa, «pero debo vigilar al niño por un segundo.» El tataranieto de Harry, aún incapaz de caminar, jugaba silenciosamente en la alfombra con su rana de chocolate. De repente, en un inexplicable ataque de ira, el pequeño Tom destrozó el animal de dulce. Harry vio esto, y supo que el mundo entero tendría oscuridad de nuevo en las siguientes generaciones.
FIN.
Este «Fin» podría ser considerado un mal chiste, como efectivamente ha sido considerado (sobre todo la parte de la «Ginny emplumada»), sin embargo, para mí, tiene implicaciones importantes y muchos «datos» que, siendo tomados por separado, encuentro muy «interesantes», pero, si leen mi fanfic podrán darse cuenta cuales son.
Particularmente, a mi me gusta mucho más el final que escogió la autora pero a mi me hizo falta un pedacito, algo que para mí es muy importante y es en lo concerniente a Severus Snape. Es por esto que les presento a continuación mi versión del momento. Esta «versión» corresponde al Fanfic, pero se ajusta más al cannon. El «original», lo verán en otra oportunidad ;).
La Herencia de Petunia Evans.
Un silencio pesado reinaba en la mazmorra que había sido siempre el despacho de Severus Snape y que ahora estaba clausurado tanto por respeto a su memoria como porque a nadie se le ocurriría nunca tratar de ocupar el espacio que había sido habitado por el antiguo profesor de Pociones y Defensa contra las Artes Oscuras, sobre todo tomando en cuenta que había un retrato del mismo que abarcaba casi por completo toda la habitación, ya que estaba dividido en varios ambientes, casi de tamaño natural, entre los cuales se movía el profesor. A su llegada, pudo notar la inquietud del profesor, quien se sorprendió al verlo. También pudo notar un movimiento dentro del cuadro que no correspondía al profesor, pero en un segundo vistazo decidió que podía ser cualquiera de las cosas que se movían rítmicamente dentro de sus recipientes…
– Disculpe no haber venido antes, profesor. –
Severus Snape observó a Harry Potter con la misma expresión cerrada de siempre, pero dejando traslucir un poco del desdén, también acostumbrado, pero secretamente estaba complacido de que por fin, Harry se dirigiera hacia él con respeto. Harry sonrió abiertamente, ¡sabía que no sería fácil llegar a él, pero esa sensación que sintió en él lo hizo pensar que no sería imposible!…
– Hubiera deseado poder haber venido antes para agradecerle lo que hizo por mi y por… mi familia… y de hecho, por toda la comunidad mágica. Gracias a usted, somos libres ahora, cosa que hubiera sido imposible sin usted. –
Harry trató de no mudar el gesto, pero sentía la invasión a la que estaba siendo sometido y en un momento fugaz pudo verlo, allí estaba, una chispa de reconocimiento en los ojos de su antiguo profesor… pero fue tan rápida que pensó haberla imaginado…
– Mañana voy a casarme, – anunció. – pero desde hace un mes, recibí un regalo valiosísimo… Y de pronto pensé: ¡Esto es lo único con lo que de verdad podría agradecerle!. Es algo que sé que será importante para usted, pero no vine de inmediato porque necesitaba pulirlo más, por eso he demorado tanto en venir… –
Después de tantos años de lucha, porque bien podría decirse que además de la lucha con Voldemort, su mayor lucha había sido con el profesor Snape, se sorprendía de lo fácil que estaba resultando ser esa conversación. Esperaba que la otra parte de la misma, resultara igualmente fluida para poder decir y hacer todo lo que había planeado.
Un músculo tembló fugazmente en la cara inmóvil del profesor pero seguía indescifrable. Nadie hubiera podido decir qué pasaba por su mente, pero ahora él sí podía saberlo. Se dijo que probablemente tenía que ver con haber dejado caer el velo de aversión que antes había enturbiado su percepción, tal como le había dicho Hermione, por lo que sea, ahora podía «ver» bien y sabía que Severus Snape estaba emocionado.
– «Vaya Sibyll, puedes estar orgullosa». – pensó Severus al recordar la última conversación que en vida había tenido con la profesora de adivinación del colegio, en la cual, ella había tenido una de sus desacostumbradas visiones. Severus se había aterrado al verla entrar en trance dado que la última vez que había sucedido, su vida se había convertido en un infierno, pero ella le había hablado con dulzura y le había dicho que… «el más díscolo de su rebaño, regresaría a él». Solo eso.
Harry no pudo contenerse y largó una estridente carcajada ante el tono irónico del profesor pero se recuperó prácticamente enseguida al ver el brillo letal que destelló en sus ojos. Sin embargo, hasta eso era diferente…
– Todavía recuerdo la de veces que vi esa misma expresión en sus ojos y siempre pensé que era de odio, profesor. Creo que por eso y otras tantas tonterías, nunca me paré a pensar ni un solo momento en si usted estaba siendo como mínimo justo en sus exigencias y al final, resulta que gracias a ellas estoy aquí. Ya me lo dijo una vez Hermione, ¿recuerda lo del libro de pociones en 6to. año?. Hermione me hizo ver esa vez que yo estaba equivocado y que debía comportarme… pero no quise hacerle caso. La verdad, también lo intentó en otras tantas ocasiones, me refiero a todo lo que usted nos enseñó, pero nunca quise escuchar… así que supongo que me gané ese adjetivo… –
Severus no respondió pero pensó: ¡Entonces es cierto!… pero no dijo nada, sin embargo, notó la aceptación en Harry y eso lo hizo levantar una ceja: ¡Quizás estoy perdiendo facultades!, se dijo, pero tan dubitativo, que Harry volvió a sonreír. La de Harry había sido la única visita que había tenido Severus Snape en los años posteriores a la gran batalla de Hogwarts, esto sin contar las visitas que le hacían Dumbledore y los Malfoys, que eran casi diarias, pero para él (Severus), estar con el ex-director de Hogwarts y con sus mejores amigos, era como estar consigo mismo ya que desde que perdiera a Lily habían sido su único contacto con la vida fuera de su cabeza, así que no podrían tomarse como «contactos externos».
– Profesor, ¿podría preguntar porque desea estar aquí, en vez de en la oficina del Director como es su derecho?. –
Harry aprovechó que el profesor había pensado en su situación actual para hacer la pregunta, aunque no era la primera que pretendía haber hecho. Justo en ese momento sintió como las últimas defensas del profesor se esfumaban con su pregunta dándole acceso sin barreras, no solo a sus pensamientos, sino a sus sentimientos y no porque hubiese echo algo, sino porque el profesor estaba buscando dentro de él y lo que encontró lo había hecho abrirse. ¡¡¡Lo había conseguido!!!.
– Has aprendido… –
– Del mejor. –
– En eso te falta un poco, todavía eres pésimo mintiendo… –
– Bueno, he tenido ayuda de Hermione. Sin ella quizás me hubiera llevado más tiempo. Pensándolo bien, a ella también le debo todo, no hubiera logrado nada en mi vida si no hubiera estado a mi lado… –
– Llevas algo de razón, pero no debes ahorrarte créditos. Además, fue algo recíproco, sin ti, Granger no hubiera sido más que un insufrible ratón de biblioteca a quien nadie hubiera escuchado por mas brillantes que fueran sus palabras. –
– Mmmm, hay tantas cosas que podrían haber o no haber sido, pero lo que le aseguro que no será, es que se pase la…»vida», aquí, encerrado… «solo»… –
– Veo que eso no ha cambiado, sigues siendo un metomentodo… ¿Quién te ha dicho que preciso o deseo agregar algo más a mi… «vida», a ver?. –
– Mi madre. –
La horda de imágenes que invadieron la mente de Harry y que el profesor vio a través de él (Harry), fueron demasiado para poder seguir en su postura, máxime cuando estaba completamente relajado (Severus). ¡Nunca había visto esas escenas de las vida de Lily!, imágenes en las que ella corría a trompicones de un lado a otro por el patio de una guardería muggle siendo tan solo una niñita muy, muy pequeña, luego pintando paisajes en el patio de la escuela muggle a la que asistió antes de ir a Hogwarts, luego tratando de bailar ballet con unas mallas y un tutú dos tallas por lo menos mas grande que la suya…
Eran tantos los detalles por ver que Severus los devoraba todos con avidez tratando de abarcarlos todos sin regodearse en ellos, ya tendría tiempo de disfrutarlos porque tenía una memoria perfecta y además, contaba con otros medios…
A cada imagen que pasaba (imágenes largas y completas que representaban días enteros), Lily iba creciendo y con esto, los lapsos e imágenes empezaron a hacerse mas cortos.
Severus ahogó un gemido al verla llegar a los seis años. Supo que alcanzaba esa edad porque precisamente fue entonces cuando la vio por primera vez y a partir de ese momento, la había seguido a todas partes y poco después, se habían echo inseparables después de un comienzo un tanto atropellado. Conocía muchas de las imágenes a la perfección, aunque estuvieran bajo otra «perspectiva» y las recordaba tan claramente como si en ese momento las estuviera arrancando concienzudamente de cada resquicio de su memoria para guardarlas otra vez en otro recipiente de cristal. Pero no eran solo sus recuerdos, en medio de cada uno se colaban otros de alguien más que complementaban las escenas y/o que les daban seguimiento.
– ¿Como obtuvo ese recipiente?. –
– Con las hadas, – respondió Severus sin pensar, maravillado con todo lo que le rodeaba dentro de su mente. – Son las únicas capaces de crear algo tan hermoso como poderoso. No fue difícil, pueden ser terriblemente malvadas por convicción, pero ante… –
– «El amor verdadero»… – lo interrumpió Harry al percibir la indecisión en su voz y en su alma. – Son terriblemente románticas, ¿no?. Hermione me dijo que esa era una posibilidad y también me dijo que sería un envase perfecto para un horrocrux… –
Harry no estaba seguro de si la conversacion se estaba dando mental o verbalmente, pero para el caso, daba lo mismo. Por su parte y pese a la pregunta que flotaba en el aire, Severus siguió concentrado en las imágenes de Lily hasta que pasados unos minutos, Harry comentó en voz baja…
– ¡Es tan hermosa!. Cuando vi su imagen por primera vez en el espejo de Oesed no pude dejar de contemplarla y lo hice hasta que Dumbledore me obligó a no buscarlo más. ¿A usted también se lo prohibió?. Dijo que si me quedaba allí, «perdido en ellos», me olvidaría de vivir… ¡Pero que estoy diciendo!. ¿Cómo podría escondérselo si no había forma de esconderle nada?. Además, usted nunca cayó en eso, ¿no?. Nunca fue tan débil como yo… – Ya está, lo había hecho… Había insinuado que el hombre más valiente que conocía era un cobarde y seguía vivo. Para no tentar al destino, cambió de tema y comentó. – ¿Sabe?, Ginny me preguntó una vez que si yo veía a mi madre cuando la veía a ella, pero, no, el tono de su cabello es diferente, la textura, bueno, ya sabe a que me refiero… –
Claro que lo sabía. Severus jamás había visto o sentido un cabello como el de Lily. Precisamente en ese momento, en el recuerdo que estaba devorando (de la mejor calidad, por cierto, porque era de él mismo) el cabello de Lily parecía irreal, meciéndose al viento como si tuviera vida propia, mientras ella, aplicaba alegremente y con grandes trazos pintura sobre un lienzo. La pintura le salpicaba el rostro y las manos y las diminutas gotitas rociaban su propio rostro ya que estaban contra el viento y él estaba justo detrás de ella, absorbiendo su calor, el olor maravilloso de su cabello, sus risas y su canto… Parecía que no pudiera parar de cantar y el no podía hacer mas que sentirse plenamente feliz…
– No puedo decir que me arrepienta de haber visto todo esto, es lo más feliz que he visto a mi madre nunca, a excepción de algunas pocas fotos más en las que está con mi padre…tuvieron tan poco tiempo para ellos mismos…y bueno, usted sabe que mi padre no era santo de la devoción de mi tía. – añadió con tristeza.
Severus no dijo nada, ¿qué podía haber dicho?.
– No tiene que hacerlo, no tiene que decir o hacer nada, suficiente ha dicho y hecho durante toda su vida… solo, mmmm, solo quería pedirle un favor… Profesor… –
Harry vio como el rostro de su interlocutor perdía color y lo recuperaba inmediatamente, amoratándole el semblante, luego de haber visto una imágen en su mente (en la de Harry).
– POTTER, CREES-QUE-HE-PASADO-TODOS-ESTOS-AÑOS… –
– Tranquilo profesor, – añadió con las manos alzadas pidiendo calma – no es «eso» lo que quiero pedirle, ¡¡¡ni por un segundo lo he pensado nunca!!!. Sólo lo recordé, no más que eso, pero sé que jamás usaría la muerte de Dumbledore, la única en su haber para… –
– ¿Como puedes estar tan seguro?. –
– Lo sé… –
Severus no supo qué decir pero creyó justo hacerle saber a Harry que no era que no …
– Además, ella… – lo interrumpió. – jamás lo hubiera permitido. Lo sé, me lo dijo. –
– Así pues, el señor de las Reliquias de la Muerte anda tonteando por allí con sus tesoros…no?
– No he necesitado «invocarla» para «escuchar», no, mi madre me habló de usted a través de todos sus recuerdos. En realidad, lo que deseo es poder compartir todo esto con usted – dijo señalándose la cabeza y el pecho al mismo tiempo – y también… –
– Así que todo esto tiene un precio. No te parece que debiste pensarlo antes de soltar todo la «mercancía»?. –
– De todas las personas que conozco, usted es la más justa, además de la más poderosa y la más… leal, pero no, no es un «precio», es solo… un favor… Algo entre «amigos», pero entenderé si no quiere hacerlo… Bueno, profesor, he abusado mucho de su tiempo. Seguramente están por llegar los señores Malfoy…
Pasaron unos minutos en silencio y Harry sintió como su corazón se henchía de cariño al ver en su mente unas imágenes tan claras que parecían estar sucediendo allí mismo. A su alrededor podía ver a su padre montando su escoba por primera vez en el colegio, obviamente el primero que lo había logrado y al primer intento, igual que él, aunque para Harry, su primera vez en el colegio realmente había sido la primera si no se contaba la vez que había montado una escoba de juguete en su primer cumpleaños. En otra imagen, su padre y su padrino estaban lanzándose comida en el gran comedor, luego los merodeadores en clase de cuidado de criaturas mágicas haciendo una fogata a escondidas en la parte trasera y le echaban una docena de salamandras de fuego con un montón de petardos mágicos y como esas, un montón de travesuras más. Sabía que sus ojos estaban anegados de lágrimas pero no era importante, ya no había nada de qué o porqué preocuparse…
– Buenas tardes… –
Si alguno de los Malfoys se sorprendió de encontrarlo allí, no dieron muestra de ello. Ambos simplemente, enarcaron un poquito las cejas y compusieron un saludo escueto.
– ¿Incordiando al más allá, Potter?. –
– Buenas tardes, siento haberme demorado tanto, ya me iba, pero antes quisiera aprovechar la ocasión para… agradecerles como es debido su ayuda. Me refiero a… –
– Sé a lo que te refieres, Potter… Y, bueno, ¡gracias también!… ya sabes, por lo del Ministerio. –
Harry notó que el semblante de ambos no era el mismo de antaño. Aunque ambos seguían teniendo su porte elegante y aristocrático, ya no parecía que tuvieran mierda debajo de la nariz como los veía antes… quizás se debiera a que efectivamente ya no estaba Voldemort cerca: Los había dejado en paz a ellos también.
Asintió en señal de despedida, tanto hacia Severus, como hacia los Malfoys y se dirigió hacia la chimenea sin hacer ninguna pregunta ni insinuación por el traslador no autorizado con el que habían llegado (y que de hecho usaban casi a diario). Sabía que no era autorizado, porque como jefe de los aurores en el Ministerio de magia, autorizarlos, confeccionarlos y entregarlos, era parte de sus funciones, por lo menos hasta que terminaran de apresar a todos los mortífagos que todavía andaban sueltos.
– Puedes volver cuando quieras. –
Harry no supo si escuchó o sintió las palabras antes de desaparecer engullido por la chimenea, pero si alcanzó a ver en el rostro de las tres personas que dejaba atrás, el asomo de una sonrisa.
– ¿Cómo te fue?. –
– Mejor de lo que esperaba.
– Es lindo lo que has hecho, estoy orgullosa de ti. –
– No sabes lo que esas palabras significan para mi – dijo Harry estrechando fuertemente a Hermione entre sus brazos. –
– ¿Será posible que aprendas algún día a mantener las manos alejadas de mi esposa?. ¡¡¡Siempre estás abrazándola y besuqueándola!!!. – gruñó en broma Ron al entrar en la habitación cargado de paquetes donde llevaba el almuerzo para todos.
Habían quedado en compartir con Harry su último almuerzo como soltero en su oficina, ya que partir del día siguiente, almorzaría en su casa, con su esposa.
– Me la debes, ¡eh!, ¡¡¡no sabes lo que me ha costado conseguir estas cosas!!!. –
– ¡Ni hablar!, no te debo nada, ¡no había el menor grado de dificultad en mi pedido!. Comprar hamburguesas no constituye una tarea difícil, ¡¡¡bajo ningún concepto!!!. –
Ron le lanzó una por encima de la cabeza de Hermione que estaba dándole la espalda, preparándose para el habitual y efusivo saludo que su marido siempre le dispensaba, mismo que siempre la dejaba sonrojada hasta la médula y Ron no se hizo esperar, la abrazó por detrás y la volvió para darle un gran beso, mientras Harry contaba en voz alta los segundos que iban pasando, haciendo que Ron lo intensificara más.
– Si sabes lo incómodo que es tener el estómago rugiendo de hambre y tener que esperar una hora a que termines de besuquearla, ¿cierto?. –
– No es una hora… – Ronroneó Ron.
Hermione se tapó el rostro arrebolado y con el corazón desbocado, besó el pecho de su marido y lo empujó firmemente para separarse de él.
– Saben perfectamente que ¡odio que hablen de mi como si no estuviera presente!. – Hermione tomó su hamburguesa y le dio un mordisco. – Por cierto cariño, te recuerdo que a partir de mañana, será tu hermana la que estará en esta oficina, en esta situación, así que haz el favor de tocar antes de entrar. –
Ron abrió la boca de par en par revelando todo su contenido y se sonrojó violentamente, pero se recuperó de inmediato y tratando de articular lo mas posible, amenazó a Harry con el puño y le dijo en broma: «te mato».
Los chicos rieron y compartieron su almuerzo exultantes de alegría. Había muchas cosas que no estaban bien todavía, mucha gente seguía desaparecida después de tanto tiempo y casi todos los que encontraban estaban en tan mal estado que debían ser conducidos primeramente a San Mungo antes incluso de ver a sus familiares, pero en general, la vida le sonreía a la comunidad mágica y más a Harry Potter y su gran familia que incluía también a los Dursley, al punto de que estaban invitados a su boda y a quienes visitaba con frecuencia desde que él mismo había sido invitado personalmente por Dudley a la suya, para luego ser invitado infaltable en todas las reuniones familiares, como por ejemplo al bautizo de los gemelos de Big D. Al principio había sido incómodo, pero con el tiempo, hasta conversaba por algunos minutos con Vernon. En cuanto a Petunia, las cosas habían sido mucho mas fáciles, sobre todo desde que ella le pidiera que buscara dentro de si (de Petunia) los recuerdos más hermosos de los que disponía y Harry no solo lo había hecho de buen grado para darle a su tía un gusto que la hiciera feliz y la ayudara a enfrentar con más ánimo las dificultades médicas de las que padecía, sino que se había sorprendido al ver que la mayoría de los recuerdos «felices» que Petunia Evans guardaba de antes de que conociera a Vernon y tuviera a Dudley, incluían a Lily, su niñez, su juventud y también el dolor que había guardado toda su vida por su muerte de la que había culpado enteramente a James, acrecentando el odio que sentía por él y la «veneración» que sentía por Severus, que también se había convertido en resentimiento por que el sentimiento no era recíproco. Harry se mordió la lengua cuando reconoció en su padre muchas de las actitudes que él mismo había tomado cuando joven, en fin, la experiencia había sido tanto difícil como extraordinaria, pero se sintió muy orgulloso de si mismo al poder pasarla con éxito y la disfrutó muchísimo.
– ¿Y?… ¿pómo e pue?. –
– ¡¡¡RON, No hables con la boca llena!!!. –
– Bo fento fafiño… ¿Y?… –
– ¿Habías visto alguna vez a algún ocupante de algún cuadro capaz de hacer magia?. –
Ron abrió la boca de par en par y esta vez Hermione se limitó a cerrársela con ademán entre exasperado y divertido.
– ¡¡¡Por las barbas de Merlin!!!… – gritó conmocionado luego de tragarse todo lo que tenía en la boca. – ¿¿¿Entonces es cierto??? ¿¿¿Está vivo??? ¿¿¿Está allí encerrado???. ¿¿¿Pero porqué sigue allí dentro???. ¿¿¿Sabes lo que esto significa???, bueno, claro que lo sabes, pero, ¿¿¿sabes como lo verían si???… –
– Como lo que es, el hechicero más poderoso de su tiempo, el único que venció a la muerte por si mismo. Pero el reconocimiento no es algo que le interese, nunca le ha interesado. Además, creo que es la forma que encontró de estar más cerca de mi madre, después de todo, ella pintó ese cuadro y no, – dijo antes de que Ron preguntara. – solo mencioné lo que dijo Hermione acerca de las hadas… ¡¡¡Ron!!! Yo ya sé como se puede recuperar un cuerpo, ¿¿¿recuerdas???. Estoy seguro de que él no podría hacerle eso a ella, de hecho, pensó por un momento que ese sería el favor que le iba a pedir y se indignó.
Hermione posó una mano sobre el hombro de Harry cuando se colocó a su lado.
– ¡¡¡Es tan raro!!!, tener tanto poder y no querer usarlo!!!. – Dijo Ron pensando en Fred, su hermano muerto en batalla.
– Me dijo que podía regresar cuando quisiera, – comentó Harry ignorando lo que había escuchado. -así que mañana iré y le preguntaré si puedo ponerle su nombre a mi segundo hijo ya que al primero le pondré James Sirius… –
Ron escupió la bebida que estaba tomando y Harry y Hermione largaron una carcajada…
Diecinueve años después…
osea que Sev esta encerrado en el cuadro peo sigue vivo?! 😀 😀 😀 😀 😀
Y hay mas… Pero tendrás que esperar un poco… 🙂
bien (pinta de maestro japones de pelicula de kung fu) he «aplendio» en noble «alte» de la paciencia 😀
pero si dices «viene mas quiere decir que tienes un fic de eso? 🙂
Es un solo fic. Esa parte que publiqué es un «adelanto» que mostré para participar en un concurso para ganarme entradas a la premier de Hp7-2 en Panamá (Btw, no gané porque me avisaron tarde y ya cuando lo hice habían anunciado al ganador y ni cuenta me había dado… jejejeje).
Yo tengo prácticamente hecho el fanfic que publico (empecé a publicar luego de hacerlo), pero antes de publicar un capítulo, lo reviso. Desde hace un tiempo, me lleva un poquito más de tiempo porque estoy haciendo una historia «alterna».
Saludos y muxos holas!
Por esas cosas del destino (vaguear en google) llegué a esta página, y me encantó!
entonces ¿sev esta vivo? woooow… pero no captó como es la manera en que podría salir de ahí u.u
Tu manera de escribir es muy buena, te engancha y te va envolviendo en un hechizo que te hace olvidar el mundo exterior y solo te quedas leyendo y leyendo, deseas que no acabe la historia, porque te la platican tan bonito, y al final acaba, y sientes que fue tan corta u.u
mmm ¿hay continuación? la verdad es que jamás había entrado al wordpress, asi que ni idea de como se maneje eso de las entradas y así, capaz y ya la publicaste y yo no la encuentro u.u… en fin, ¿de casualidad no publicas en alguna página de fanfics? que ahí no me pierdo tanto hahaha…ojala te apiades de mí y me pases el link (de la otra parte de la historia o de tu cuenta de la otra pagina) wiiiii *w*
Escribes muy bello, gracias por compartir tu talento
Muchos besos
Cuídate
Ciao 😉
¡MUCHISÍMAS GRACIAS STRAWBERRY BLACK!. No sabes lo que me emocionan tus palabras.
Efectivamente este es un «adelanto» de la historia que estoy escribiendo. En esta misma página, arriba, en el tope, hay una línea que dice: INDICE DE FANFIC. Allí están todos los links de los capítulos que llevo publicados y cada capítulo está conectado con el siguiente.
Espero que te guste mucho, tanto como me gustó a mi escribirlo.
Mil gracias de nuevo.
Saludos,
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