Bueno, no, no es que estoy ahora pegada a NETFLIX pero digamos que HBO se está portando mal… no hay mucha variedad de películas y tampoco de series, así que he visto algunas que he encontrado por mera casualidad en Netflix (porque nunca encuentro lo que quisiera ver) y han estado bastante buenas… Esta, por ejemplo, la puse OBVIAMENTE porque vi al «CAP» y se me hizo gracioso el que estuviera con esa barba y en África tomando en cuenta que estuvo perdido en «misiones clandestinas» antes de regresar a Wakanda para prepararse para el Fin de la mitad de la Humanidad a manos del Titan Loco. 😛
Inspirada en hechos reales, esta historia cuenta el cómo, a principios de los ochenta, dos agentes internacionales judíos, Ari Levinson (Chris Evans) y Sammy Navon (Alessandro Nivola) junto con Kabede Bimro (Michael Kenneth Williams), un etíope judío llegan a liderar un grupo internacional de rescate respaldado por la MOSSAD para infiltrarse en territorio enemigo y rescatar a miles de judíos etíopes de las garras la guerra usando como tapadera un complejo turístico abandonado en Sudán desde donde los enviarían a la Tierra Prometida, Israel.
A pesar de la referencia que mencioné al principio, a mí no me cuesta para nada separar a Chris de su personaje dentro del MCU, es bastante versátil y me gustan mucho sus papeles dramáticos y cómicos, sin embargo, mientras se iba desarrollando la trama, no pude dejar de pensar en el personaje del CAPITÁN AMÉRICA y la diferencia de cómo afrontaba su misión de salvar el mundo en relación con TONY STARK.
Por el título, se pensaría que los «HERMANOS» son Ari Levinson (Chris Evans) y Sammy Navon (Alessandro Nivola) y que son ellos quiénes llevarán a cabo la Operación, que son ellos los «protagonistas» de la historia. En términos narrativos lo son pero la trama nos lleva más allá de una relación de «hermanos» per se, nos lleva al sublime estado en el que «HERMANO» ES EL PRÓJIMO, AQUÉL QUE MÁS NECESITA AYUDA y es allí dónde empezamos a notar las diferencias en cómo cada quién decide asumir responsabilidades y plantar cara al destino.
El Cap por un lado dice que SI SE DEJAN AVASALLAR POR UNA PÉRDIDA, LA PRÓXIMA VEZ NO PODRÁN SALVAR A NADIE por lo que se debe seguir adelante sin mirar atrás. Tony por su parte plantea que SON RESPONSABLES DE LOS ACTOS Y LAS VIDAS QUE SE PIERDEN AUN CUANDO SU OBJETIVO HAYA SIDO EN PRINCIPIO Y CON SINCERIDAD, SALVARLAS. No deja de lado su misión de salvar vidas pero se toma un momento en pensar en aquéllos que no puede salvar.
Esta es precisamente la premisa de la trama de OPERACIÓN HERMANOS.
Ari es impetuoso. Es la mente tras la estrategia. Tiene un objetivo y como soldado y agente infiltrado de larga trayectoria, estudia sus posibilidades, idea un plan y va a por ello. SU LEMA ES: «NO DEJAMOS A NADIE ATRÁS». Para él, existe una «MISIÓN»: SALVAR A LA MAYOR CANTIDAD DE REFUGIADOS POSIBLE Y LLEVARLOS A ISRAEL DONDE PUEDAN SER LIBRES Y ESTÉN A SALVO DE LA GUERRA. Esto lo lleva a cabo sistemáticamente. Pone toda su atención y su fuerza de voluntad en desarrollar su plan de ataque. No hay vuelta atrás pero tampoco hay horizonte. Vive el momento. Sufre con cada caída y se alegra y alimenta de cada victoria pero es solo momentáneo. Vive el hoy. El Ahora. Incluso su familia, su hija, vive en el segundo plano del «momento» porque para él, un segundo de duda, un segundo de vacilación, un segundo que dedique a pensar en sí mismo, es un fallo en su misión. ALLÍ ESTÁ PINTADO EL CAP, ¿A QUÉ SI?.
Sammy es todo corazón. Desarrolla la estrategia con la misma eficiencia que los otros agentes, pero es capaz de ver las fisuras en un plan ideado rápidamente dejando demasiadas cosas al azar y en el que muchas cosas pueden fallar porque dependen de la «suerte». Preferiría que se tomaran dos minutos más en el proceso de plantear los planes o en un «simulacro» por lo menos que podría asegurar no solo el que sigan vivos por más tiempo, sino la seguridad de las personas a las que están salvando. Porque PARA SAMMY, SALVAR VIDAS Y DARLES LA OPORTUNIDAD DE LIBERTAD ES SU MISIÓN. «VIDAS». NO HAY NOMBRES, PERO SÍ ROSTROS. No hay tiempo para memorizar nada más PERO CADA UNA DE LAS PERSONAS QUE CAEN EN EL CAMINO ROMPEN SU CORAZÓN. CADA UNO QUE PIERDEN ES «ALGUIEN QUE VAN DEJANDO ATRÁS». ¿IMPOSIBLE NO RECORDAR A TONY, CIERTO?.
Estos tres personajes nos llevan de la mano en una secuencia de eventos que al ser vistos de un solo tirón, nos mantienen al vilo. Las secuencias son desesperantes. Vemos el nivel de confianza de KABEDE quien parece avanzar sin siquiera intentar esquivar las balas con la confianza absoluta de que lo que pueda pasar en un futuro inmediato será mejor que lo que dejan con cada paso que dan, la ansiedad de Sammy que busca sortear de la mejor forma posible las contingencias que se presenten y la adrenalina que mueve a Ari con cada entrega. El resto del grupo de soldados, son el soporte de la operación. Quienes le dan movimiento. Quienes siguen instrucciones valientemente, sin quebrarse bajo ninguna circunstancia. A esto sumamos las escenas «domésticas» de un hotel playero, incongruentes totalmente con el peligro de la situación pero que demuestran el porqué la tapadera del hotel funcionó por tanto tiempo lo cual añade ese toque de «realismo» a la operación. Los agentes debían ser capaces de demostrar que se lo pasaban muy bien frente a los huéspedes mientras que mentalmente debían repasar los movimientos que harían cuando la luna estuviera en su punto más oscuro.
A diferencia de otras películas de «guerra» y «rescate», la trama se concentró en el proceso de liberación dejando en segundo plano los horrores de la guerra. Sin embargo, hay dos escenas que dejan muy claro qué está ocurriendo en verdad. Tristemente, no es algo que ha quedado en el pasado, es el día a día de miles de personas que viven en constante ÉXODO y sufriendo no solo por la malicia de aquellos codiciosos que buscan Poder infringiendo dolor para robar todos los recursos que pudieran ayudar a mejorar la situación, sino la falta de compromiso de aquéllos que en muchas ocasiones, se limitan a ver de lejos… como fue el caso de Walton Bowen (Greg Kinnear) de la Embajada Americana, que sabía que estaban matando a los refugiados para obtener el nombre de quién los estaba liberando porque con esas fugas sus arcas se veían reducidas (resulta que LAS NACIONES UNIDAS o GRUPO SIMILARES, dan dinero por cada refugiado que se tenga en un Campo pero SI EL REFUGIADO NO ESTÁ, RETIRAN EL APOYO, convirtiendo a las personas en OBJETOS) y quien por mucho tiempo, solo estuvo a la espera de que la situación fuera insostenible para poder irse. Afortunadamente, las cosas cambiaron en aquel entonces y eso se tradujo en la libertad de muchos… y fue la voluntad de unos cuántos lo que hizo la diferencia…. ¿CUÁNTO PODRÍA LOGRAR LA VOLUNTAD DE MÁS PERSONAS?. ¿CUÁNTO MÁS PODRÍA LOGRAR LA DETERMINACIÓN DE HACER EL BIEN POR SOBRE LA VIOLENCIA?.
CIERTAMENTE… MUCHO. Por eso es importante cada paso, cada granito de arena que se pueda lograr convertir en algo PRO HUMANIDAD. Debería ser algo AUTOMÁTICO, intrínseco, toda vez que TODOS SOMOS HUMANOS, pero mientras no lo sea… caminemos y alcemos nuestra voz para avanzar en esa dirección.
En mi opinión, las películas de este tipo no solo cuentan una historia pasada, no solo sirven para disfrutar de «una buena actuación». Son más bien un RECORDERIS DE ESPERANZA… ¡CADA UNO SOMOS LA ESPERANZA DEL MUNDO!. En cada lugar donde estemos, sea cual sea nuestra condición, habrá algo que hacer para dignificar la vida de alguien que necesite ayuda. ¡No perdamos la oportunidad de dársela!.
Saludos.