Hace unos días les hablé de “47 Ronin” y mencionaba que el asunto del “color” no es algo nuevo en las “producciones orientales”, de hecho, la mayor parte de estas producciones son visualmente hermosas con la diferencia de que en la mayoría se respeta la “esencia” de la “cultura” lo cual se traduce en un resultado interesante y divertido, o interesante y épico, o interesante y curioso o interesante y conmovedor… pero siempre interesante.
Con “producciones orientales” no me refiero únicamente a películas hechas en China, Japón, Corea, etc. solamente, me refiero más bien a “películas basadas en la cultura oriental”. Incluso en las películas en las que hay intercambios culturales, siempre que se respete la esencia, el resultado es buenísimo.
A continuación les presento un ejemplo: El camino de Guerrero. WESTERN / DRAMA / ACCIÓN.
Sí, dije “WESTERN”. Vaqueros rudos, balas por todos lados, mucha tierra/polvo, el “forajido que llega a salvar el pueblo de la banda de matones local”… etc. A esta combinación le agregamos una katana, dos venganzas, un bebé y voilà, tenemos “El camino del guerrero” una película de acción escrita y dirigida por Sngmoo Lee y producida por Lee Joo-Ick, Michael Peyser y Barrie M. Osborne.
Sinopsis: