– James. Créeme, yo más que nadie en este mundo, incluida mi madre que me acepta y ama tal cual soy, quisiera poder ser libre de mi stigma, pero esto es de esas cosas en las que uno no se puede dar ese lujo. Mi “libertad” como la llamas no vale su vida. Por otro lado, aunque lo lograran y no dudo que lo hicieran, tendrían que dar muchísimas explicaciones, a sus padres, a Dumbledore, al Ministerio. Esto, claro, además de que seriamos expulsados.
– Remus, no puedes negar que cuando te dejan suelto en la casa de los gritos, estás más tranquilo que ayer. La profesora McGonagall nos lo dijo: Nunca antes habías pasado una noche tan mala. Además, estoy seguro de que reconociste a Sirius cuando te gritó. Amigo, cometimos muchos errores anoche, pero algo aprendimos. Nosotros te cuidaríamos. Nos convertiríamos en animales lo suficientemente grandes como para poder mantenerte a raya dado el caso y de aquí a que te conviertas en un adulto, ya estarías acostumbrado a nuestra presencia y no habría peligro. Tú mismo nos contaste cómo reaccionaste ante los centauros que te toparon en el bosque la vez pasada. No vas a estar solo y esas mulas viajas no nos fastidiarán porque no sabrán que somos estudiantes. Ellos respetan la naturaleza y nos respetarán a nosotros si somos parte de ella. Remus…Imagínate poder correr por el bosque a tus anchas sin preocuparte de tu seguridad ni de la de nadie más. –
– Pero James… –
– Además, Dumbledore no tiene porqué enterarse. Sólo tendríamos que cuidarnos de Lucius y compañía. En cuanto al Ministerio, nadie mete las narices aquí porque piensan que Dumbledore nos vigila y no veo porqué esto tendría que ser diferente. – concluyó James sin aliento.
– ¡Para ya!. Por favor, date cuenta de los riesgos: ¡Su vida estaría en juego!. ¿Han leído alguna vez acerca de algún mago que haya querido convertirse en animago y que haya vivido para contarlo?. Naces siendo un animago… ¿entiendes?. –
– Sirius, tú lo viste amigo. ¿Crees que es justo que Remus pase por esto cada mes, solo?. ¿Suplicándonos con la mirada que acabemos con él?. – dijo James con lágrimas en los ojos.
– Yo jamás…- empezó a decir Remus pero la réplica indignada murió en su garganta no habiéndose formulado del todo.
– Tiene razón, amigo. – dijo Sirius hablando con dulzura y secándose las lágrimas que corrían por su rostro también. – De ahora en adelante Remus, somos una manada, tú manada. Todos compartiremos esto. Tendremos cuidado, créenos y no sólo por ti. Nosotros tampoco podríamos con la culpa de que alguien resultase herido, si por un descuido, pasa algo. –
– No sé que decir… –
– No tienes que decir nada…¿vale?. –
– Bien. Ahora a lo práctico. Hagrid se dirige a algunos centauros con mucha parsimonia y a otros como si fueran más amigos, pero como a todos los seres, con mucho respeto. Los centauros valoran mucho el asunto del respeto. En la medida de sus posibilidades tienden a no intervenir ni para bien ni para mal, pero si se les hace una corte lo suficientemente interesante, podríamos tenerlos de aliados y eso nos facilitaría mucho hacer el mapa de los terrenos del colegio, seguramente los conocen como a cada pelo de su cola. –
– ¿Mapa?. –
– Haremos un mapa que indique dónde está cada habitante de este castillo y sus terrenos. Así estaremos completamente seguros de que todos están en el castillo, a salvo, en el momento de que salgamos. –
Remus abrió los ojos de par en par. El plan era gigantesco, muy temerario, pero también, completamente seductor.
***
– ¿Pero que rayos te pasó?. –
– No griten… Gracias. – dijo Lucius tratando de incorporarse en su cama pero todo le dolía, así que lo dejó, sin embargo, algo en la expresión de sus amigos lo hizo ponerse en alerta de inmediato. Hizo un rápido recuento de las caras que lo rodeaban y al no ver físicamente a Andrés, lo buscó con el pensamiento y se estrelló contra un muro de angustia. – ¿Dónde está?. – preguntó al tiempo que abría las sabanas de su cómoda y calentita cama, se sentaba y con un movimiento de su varita (de todos era el que más arraigado tenía el uso de la varita) se vestía pulcramente en el acto.
– Aquí… siento llegar tarde. –
– Hola amigo…- dijo dulcemente al recibir al niño que ese día parecía más pequeño que nunca. – ¿Cómo estás?. A ver…muéstrame eso. –
El niño le extendió un papel estrujado con la mano izquierda mientras alzaba su mano derecha y tocaba suavemente con el dedo índice las marcas color rosa pálido que tenía en el rostro.
– No es nada… – comentó Lucius apretando un poco el dedo de Andrés sobre las heridas curadas. – ¿Lo ves?. En unas horas más no habrá ni rastro. –
Severus no podía hurgar en la mente de Lucius y eso sólo indicaba que Draconus tenía que ver en su estado. Jamás había regresado tan malherido de alguna de sus empresas y la última había sido el día anterior con la dragona. Estaba casi seguro de que Draconus lo había hecho pagar por el comentario que hiciera acerca de lo sanguinario que podía ser Draconus y del porqué se lo hacía saber tan gráficamente.
– ¿Dónde te llevó?. – preguntó Severus con rabia y la pregunta fue repetida como un eco por todos, pero Lucius no estaba tan distraído como para dejar ver más allá de sendos charcos de sangre por todos lados. – ¡Pero que limitación argumental!. –
– No, créeme, esta vez se aplicó… pero, – dijo alzando la mano para detener las réplicas. – ahora tenemos otras cosas que atender. –
El telegrama que tenía en las manos era tan preciso como debía ser un anuncio urgente. Leyó la introducción y al ver las iniciales de nombre y lugar, supo que algo grave había pasado.
LM:
No regresar. Pueblo tomado.
Si hay alguna duda, que busque el corazón.
Gracias por todo.
Andrés estaba quieto y su postura, idéntica a la de Lucius, no delataba su estado anímico, pero Lucius podía sentir el dolor que lo embargaba. Siempre le extrañó la capacidad de Julio, un muggle, para realizar magia o ver/usar elementos mágicos como las fotos o las lechuzas…
– ¿Dobby recibió la nota?. – suspiró cuando le respondieron que sí. Nadie debía ser capaz de acceder a su familia tan fácilmente. – Tienen que ser magos, sino, hubiera usado la lechuza que le dejé. Ahora quiero que vayan a clases y se tranquilicen. Nos veremos en la noche. –
Cissy lo observó y por un momento, su mirada se tornó dura. Luego, los nervios le hicieron brillar los ojos con una luz asesina que decía a las claras: “más te vale que regreses”, pero no sólo quedó en eso, tuvo que ser más “clara”.
– Si no estás aquí para cuando armen los grupos para el concurso, quedarás descalificado. –
Lucius se acercó a Cissy y posó sus labios sobre los suyos suavemente. Murmuró, aún sobre sus labios un “Te amo” cuya resonancia vibró a través de todo su cuerpo. Ella fijó sus ojos en los suyos y asintió.
Inusualmente callados, ni Joshua ni Valmont dijeron nada. Estaban sumidos en sus propios pensamientos. Cada uno de ellos sabía lo suficiente de la guerra como para reconocer la sangre que vieron en los recuerdos vedados de Lucius y esto bastó para que volvieran a una realidad que les parecía ajena dentro de los muros del castillo. Ambos recordaron a sus padres pero Severus detuvo la línea de sus pensamientos.
– Más adelante podrán tomar cartas en el asunto. Con el debido entrenamiento, podrán hacer algo, lo prometo. –
Johua y Valmont asintieron con la mirada brillante de emoción, mientras que Orel y Roselynn endurecían el gesto ante la perspectiva. Eran seres pacíficos, pero “ya que”… pensaron ambos, harían lo mejor posible.
– ¿Tú si sabes a qué se refiere con “el corazón”?. – preguntó Severus a Lucius al quedarse a solas. – ¡Estate quieto!. No quiero que Cissy me despelleje vivo porque te dejé marcas. –
– Argrrrr. – gruñó por lo bajo. – Duele, ¿sabes?. –
– Bien, pensemos otra opción. –
– No, continúa. Dumbledore no me dejará salir de aquí si sospecha que es algo más. Tiene que ser convincente y no tan grave como para que tenga que llamar a mi padre. –
– Sectumsempra…-
Severus usaba su varita como un cuchillo y practicaba cortes en la carne de Lucius que bien podrían haber sido hechos por un animal salvaje, porque aunque la enfermera del colegio poseía mucho conocimiento y habilidad, no se metía con la “magia oscura” como ella la llamaba y Dumbledore no tenía más que aceptarlo. Para esos menesteres tenía a otras personas, entre ellas a Severus, quien aún siendo un niño ante la mirada de todos, ya lo había ayudado en algunos casos de magia accidental en el colegio y en el pueblo.
– Si no curo estas heridas pronto, te quedarán marcas. –
– Tú mismo dijiste que no querías que te desollaran, ¿no?. –
– Dobby. – llamó Severus.
– ¿Señor?. –
– Trae a Dumbledore, por favor. – pidió, pero al desaparecerse el elfo, Severus lo llamó nuevamente y reformuló la orden. – Dile al director que venga, por favor. Solamente. –
– Veo que esta vez se le fue un poco de las manos el asunto, Señor Malfoy. –
– Algo, sí. –
– Y veo que está usted en las mejores manos…-
– Sí, en las mejores. –
– Me pregunto entonces para qué habrá sido requerida mi presencia. Dicho sea de paso, debo felicitarlo, tiene usted un gusto impecable. De hecho, me gusta más que la decoración que dejó tu padre. –
– Gracias. Me quedaron algunos asuntos pendientes en mi última misión y solicito permiso para retirarme del colegio por unas horas, pero, no estoy en muy buenas condiciones y quisiera que Severus me acompañara. –
– No veo inconveniente, aunque por lo que se ve, me parecería más prudente que delegaras en alguien más tus pendientes y tú, descansaras, pero, sé que sería inútil convencerte de ello, así que tienes mi permiso. ¿Puedo ayudar en algo?. ¿Ya te comunicaste con el Ministerio?. –
– Tan pronto acabe la misión. –
– Bien. Suerte entonces. Por favor deja cerrado el despacho. Yo voy saliendo en este momento al pueblo, tengo algunos pendientes. –
– Lo haré. Gracias. –
Al quedarse solos, ambos se preguntaron si ésta sería la ocasión en la que Dumbledore acudiría a sus múltiples contactos para averiguar la veracidad de las supuestas misiones que hacía para el departamento de Regulación (y Apoyo, como le gustaba llamarlo a Lucius) de las Criaturas mágicas y ambos sondearon al director de forma sutil, pero Dumbledore tenía en mente otras cosas, ninguna de las cuales, por más oscuras que se presentaban, llamó su atención.
Fueron al pueblo y efectivamente lo encontraron ocupado por unos mercenarios que prácticamente lo habían reclamado como suyo. Decidieron no intervenir porque el país estaba en guerra y definitivamente, estarían mejor protegidos por aquéllos magos que aunque no fueran de lo mejorcito, intuían que serían manejables. No encontraron a Julio, pero al ver a su madre (que los divisó a través de una ventana a lo lejos), ésta les trasmitió mentalmente un mensaje claro: Todo está bien, yo me haré cargo. Me comunicaré de ser preciso. Que Andrés no regrese por ahora, el sí podría estar en peligro.
– ¿Sabe dónde es el corazón?. – le preguntaron.
– El día que lo necesite, él sabrá encontrarlo. Hasta pronto. –
– Hasta pronto. –
Llegaron al colegio después de otras cientos de paradas (el regreso fue más difícil para Lucius dadas sus heridas y lo agotado que estaba) y cuando llegaron, fueron directamente al comedor, donde esperaban encontrarse con todos. Lucius se tensó cuando vio al director al lado de Andrés y apretó el paso.
– Agradezco mucho su ofrecimiento, profesor, pero es innecesario. Andrés está con nosotros y no tiene de qué preocuparse. Simplemente, está triste y también para esto nos tiene. –
– Es muy noble de tu parte Narcissa hacer tal ofrecimiento, pero…-
– Buenas tardes. –
– ¡Ah!, Lucius, Severus, están aquí. Me alegro verlos bien. Supongo que la misión fue todo un éxito. –
– Sí, gracias, profesor. –
– Andrés ha estado muy triste y ahora me estaba contando la razón. Le decía que no tiene de qué preocuparse. Hasta que se pueda resolver su situación, puede quedarse en el colegio. –
– Tal como dijo Narcisa, eso no será necesario, señor. Pero muchas gracias por el ofrecimiento. –
– Oh, me parece excelente. ¡Qué suerte tienes chico de contar con tantos amigos que te quieren!. – dijo Dumbledore después de algunos minutos de escrutar cada rostro buscando alguna respuesta a las preguntas que no había formulado directamente. Dio las buenas tardes y se dirigió a la mesa de los profesores.
– Prefiero quedarme aquí, no quiero ocasionar problemas. – dijo Andrés con la vista clavada en el suelo.
– Andrés, antes de irme notifiqué a mis padres acerca de algo que ya había hecho desde hace tiempo. Les informé que tengo… un hijo y que desde ahora es mi heredero, al igual que también lo es Cissy, aunque no nos hayamos casado todavía. Eso les da derecho absoluto sobre mis bienes, a ambos. –
Todos recibieron la noticia con gestos de entendidos. Lucius nunca se los había comentado, pero en realidad, no había hecho ninguna falta, como tampoco hacía falta que les dijeran que en la misma situación estaban todos los allí presentes. Lucius era su “cabeza”, en todos los sentidos.
– Si algún día quisieras cambiar tu nombre, será un placer para mí. Para esto sólo tendríamos que esperar hasta después de nuestra boda, porque sería inútil tratar de explicarles algo a los padres de Cissy. –
Andrés levantó la mirada y Cissy le sonrió dulcemente, mientras asentía.
– Está bien, te lo agradezco mucho. –
Andrés se levantó y fue a abrazar a Lucius y luego a Cissy. Parecía no estar anuente de lo que el ofrecimiento de Lucius significaba, pero sus compañeros sí y eso lo demostró el silbido que Joshua dejó escapar antes de anunciar alegremente que debían celebrar la ocasión. Mientras comían, Lucius los puso al tanto de la situación y aunque era tensa, Andrés se tranquilizó al saber que sus abuelos estaban bien y que su padre, definitivamente, no estaba muerto. El tema de conversación finalmente se llegó al Concurso de pociones que se estaría dando en pocos días.
– ¿Qué creen que deberíamos presentar?. –
– No creo que haya que “presentar” nada. Supongo que todo tendremos que hacerlo en el momento. –
– Entonces porque Potter sigue practicando con el filtro de muertos. Ya no podemos decir que sea por el hombre lobo. Por cierto, ¿notaron cómo el pelafustán de Pettigrew observa ahora a Remus?. De veras…no sé que ven en esa rata…-
– Probablemente se vean reflejados en él…-
Lily observaba a Lucius y Severus con el ceño ligeramente fruncido mientras todos se ocupaban del tema del concurso. Sabía que ellos estaban en otra cosa, aunque no intentó meterse en su conversación. De algún modo debía aprende a darle su espacio pero como anhelaba su contacto, decirle que lo amaba, tocarlo, besarlo…
– No, no he abandonado la idea, simplemente…-
– Vaya Lucius, me impresionas…-
– Tengo mi corazoncito…que te puedo decir…-
Lucius y Severus seguían su conversación y no era que no estuvieran también prestando atención al grupo, simplemente, tenían otro tema en común. Severus la sorprendió alargando su mano derecha y tomándole la suya para llevársela a los labios y besársela. Ella volvió el rostro hacia él como si hubiese no hubiese estado pendiente de su conversación con Lucius y le sonrió coqueta, pero la sonrisa quedó petrificada en el rostro al ver a Severus directo a los ojos. Podría haberse zambullido en ellos de tan profundos…y oscuros que se veían, pero lo que más la sobresaltó fue la tristeza reflejada en sus facciones, aunque sólo la vio por menos de un segundo. Conocía demasiado cada línea de su rostro y su cuerpo para no sólo sentir, sino ver la lucha interna en la que se debatía. No comentó nada, volvió la cara y siguió como si nada…
– Bueno, podríamos no sé, practicar algo… –
– ¡Pero si ya sabemos hacer todo!. –
– Sabemos sí, pero hemos practicado “todo”, por ejemplo, nunca hemos hecho… – dijo Severus interviniendo en la conversación y todos lo observaron expectantes con un brillo codicioso iluminándoles el rostro – ¡algo divertido!, como una poción hilarante. –
Las barbillas de todos cayeron en picada hasta mitad del pecho. ¿De verdad Severus había dicho aquello?. Nunca había considerado divertido hacer algo, que aunque fuese complicado, resultase inútil y en esa categoría entraba claramente la poción hilarante. No sabían como responder a eso, pero Severus les ahorró el tener que hacerlo adoptando el mismo tono altivo y circunspecto de siempre.
– Vamos, no necesitamos demostrar nada, a nadie…“relájense”. Es sólo una competencia, así que nos presentaremos como un grupo de alumnos muy aplicados, sólo eso. Aunque, podríamos presentar una “sugerencia” para que sirva de base al concurso… ¿Qué les parece esto?:
Cada grupo podría ir haciendo algunos preparativos para pociones que requieran maduración… Sí, ya lo hacemos pero “creo” que somos los únicos en este colegio que lo hace. Me parece buena idea entonces que esta práctica se difunda, sobre todo por aquéllos que no cuentan con todos los “recursos” que precisa este colegio. Cuando salgan de aquí no contarán con la venia de un Malfoy que les provea un anaquel de uso general, ¿no?. Los que no lo necesiten o, los que deseen hacerlo, podrían donar a San Mungo lo obtenido. ¿Cómo crees que le sentaría a tu padre ser llamado para una ceremonia oficial para tan noble causa?. Claro, tendríamos invitados selectos como: Poppy, los Pringley, la profesora Sprout…-
Cada quien fue aportando imágenes mentales para el proyecto y cuando la “sugerencia” estuvo “afinada”, se despidieron quedando en verse unas horas más tarde. Se dispersaron, sin darse cuenta que “alguien” había estado observándolos sin ser invitado.
Severus seguía aferrado a la mano de Lily como si sintiese que si aflojaba un poco, ella se iría volando y la condujo hacia su habitación. Fueron caminando a buen paso, él serio como siempre, ella, saludando afablemente a todos los que veía a su paso. Al llegar a la sala común de Slytherine, la cruzaron sin que nadie levantara siquiera la vista de lo que hacía, ya que estaban muy acostumbrados a verlos juntos. Fueron a la habitación de Severus, de un solo movimiento éste cerró la puerta y todas las cortinas, lo que dejó la habitación envuelta en la semioscuridad. Disponían de una chimenea que habían empezado a usar recientemente para comunicarse y transportarse de forma extraoficial (sólo para “jugar”). Severus la encendió e inmediatamente los envolvió un agradable calor.
Entonces, sin previo aviso, Severus aferró el rostro de Lily con ambas manos y estampó su boca contra la de ella. Fue tan impetuoso que pudo sentir el sabor de su sangre, pero no le importó, siguió besándola o mejor dicho, ahogándola. Entre uno y otro beso, la mordía ferozmente. Ni el mismo sabía porque en ese momento era tan importante para él que ella sintiera la brutalidad de la que era capaz teniéndola entre sus brazos, sólo sabía que necesitaba que ella supiera que él había cambiado y que mejor mostrárselo en el único aspecto de su relación en el que él se había mantenido cerrado. Le debía la oportunidad de retirarse…
Severus le quitó toda la ropa, desgarrándola prácticamente, la levantó y colocó sus piernas en torno a su cintura y aferrándola firmemente, la estampó contra la pared. La mordió en el cuello hasta que la sangre empezó a derramarse y chupó con fruición, deteniéndose a relamerse obscenamente mientras la miraba directo a los ojos. La sangre los había cubierto ya, pero no podía sino hacer más malévola su expresión. Clavó sus dientes no sólo en el cuello, sino en su pecho… esperando causarle mucho dolor, “sí… el dolor es excitante”… pensó… para luego decirse: “Si esto no la asusta, no habrá marcha atrás”…
Se sentía como si dentro de él hubiera dos seres, pero Lily se sentía igual. Estaba concentrada al máximo en las sensaciones que bullían en su interior que la hacían sentirse plenamente conciente de su cuerpo y le gustaba, pero llegó un momento en que empezó a sentirse mareada, le costaba respirar y el pánico atenazó su ser. Al momento de recibir a Severus dentro de ella, por primera vez, cerró los ojos, aunque no su mente y trató de concentrarse en sus sentimientos, en la magia de ese momento que corría rabioso por sus venas (cada vez más vacías). Severus seguía pegado a su cuello. Los ojos le escocían por una combinación de sangre y lágrimas. Siempre pensó que su primera vez con Lily sería diferente, más parecida a la primera ocasión en que habían estado a punto, sin embargo, la vida no era así… no para él. El sosiego parecía no caber en su mundo.
Sintió su cuerpo estallar y se dejó llevar perdido en sus sensaciones, mientras consumía la última gota de sangre de Lily y, sintiéndose completamente desolado, con el alma tan herida y destrozada como el cuerpo de Lily que acababa de posar en la cama, aunque a la vez, satisfecho, hizo aparecer en su mano una botellita, pero notó que su contenido no sería requerido al escuchar la voz de Lily.
– Espero que no estés cansado… – Lily había hablado con los ojos cerrados, pero debajo de sus párpados, se adivinaba una luminosidad sobrenatural. Severus no pudo protegerse los ojos a tiempo y fue cegado con la luz que desprendieron los ojos abiertos de Lily. Su mente buscó su rostro y sus ojos. En vez de sus hermosos ojos color esmeralda, había dos esferas blancas luminosas, en las que se reflejaba lo que a pocos minutos descubrió que era su propio cuerpo en llamas. Las furiosas llamas rojas y doradas, bailaban ante sus ojos, pero no sentía pánico alguno al verse a través de Lily, envuelto en ellas, más bien, la sensación era cálida. Le habló y su voz sonó lejana, ronca, fría. Lily respondió pero no llegó a entenderla y de hecho, él mismo no entendía su propio lenguaje. Poco a poco, la luminosidad de Lily la trascendió y, nuevamente a través de sus ojos, pudo ver como el mismo empezó a brillar. Su piel ya no tenía el perlado nácar que usualmente lograba cuando se fusionaba con Draconus y con éste con los suyos… ahora era tan relucientemente, blanquísima y brillante como la helada nieve que cubría los picos más altos. Los últimos rastros de la plata que había en el organismo de Lily, desaparecieron. Su cabello, llameaba y parecía flotar alrededor de su rostro. Se habían convertido, ambos, en dos seres etéreos, mezcla de humo denso o niebla o…espíritu.
Lily lamió el pecho Severus y éste sintió la carne viva, como si una lengua de fuego lo hubiera abrazado y eso era precisamente lo que ocurría. El cuerpo de Lily estaba tan frío como un iceberg, sin embargo, abrazaba. Sus besos le robaban el aliento en más de un sentido a Severus. Sus pulmones parecían llenarse de agua helada a cada intento que hacía por respirar hasta que el instinto activó algo en su cerebro y empezó a tomar el control de sí mismo. Sintió surgir desde su centro, un chorro líquido que evaporaba la llama que lo estaba quemando, aunque la sensación era más asfixiante que cuando no luchaba.
Finalmente, pudo respirar. La cara de Lily de repente se volvió más clara, aunque no podría decir con qué “ojos” podía notarlo. Notó también que su impetuosidad era recibida por Lily sin apenas esfuerzo. Aferró su cabello y la haló hacia atrás aplastándola en la cama y fijó sus ojos en los de ella. ¡Eran diferentes!, lo mismo pasaba con sus patronus, (el de Severus tenía los ojos verdes y el de Lily oscuros), pero en ellos, Lily los mantenía blancos, acuosos y Severus negros y profundos.
– Te amo. – dijeron a la vez.
Severus estuvo seguro de que la sensación que recorrió todo su cuerpo la sentía Lily a la vez. Ambos estallaron en un fuego frío, aunque a ese punto, descubrió otra diferencia: el halo de Severus era azulado y el de Lily, rojizo). Seguía sin poder ver o sentir nada por sus propios ojos o cuerpo pero a través de ella se vio y la vió junto a él flotando sobre la cama, abrazados, envueltos en las llamas que sólo una vez había visto en sueños cuando sus abuelos habían hecho el pacto que había sido su maldición y protección. El placer que sentían era tan grande, que resultaba un tanto doloroso. Cada nervio chillaba y era aterrador y delicioso a un tiempo.
No tenían idea de cuánto tiempo había pasado, pero poco a poco, todo a su alrededor fue tomando forma igual que ellos, incluyendo las personas que sentían cuchichear a su alrededor.
– Tu cabello. – dijo Valmont entre susurros.
Ambos pudieron ver con las grandes cuentas blancas y negras que tenían por ojos, respectivamente, como Lucius apagaba el fuego en el cabello de Joshua sin cambiar su postura corporal. Se notaron desnudos y según lo que pudieron percibir con un rápido examen de sus cuerpos, ilesos. Sintieron como iban siendo mágicamente vestidos. Lucius otra vez. Luego notaron todo a su alrededor completamente chamuscado, aunque sin rastro de humo, olor o calor que indicara que el lugar debía estar así. Valmont, Joshua, Roselynn, Orel, Lucius y Cissy los rodeaban dándoles la espalda, formando un círculo perfecto con sus cuerpos en forma de cruz (con los brazos extendidos a los lados, sin llegar a tocarse). Sus ropas, sus cuerpos, estaban quemados por algunas partes pero esto fue desapareciendo rápidamente al igual que en el resto de la habitación. Lucius se dirigió hacia la puerta, la abrió y desde fuera, lo oyeron preguntar, con su tono más gélido y autoritario: “¿podemos ayudarles en algo”…
– Vimos…eh…- dijo la profesora McGonagall atropelladamente, al parecer desconcertada por lo que veía.
Lucius estaba de pie, con las manos detrás del torso, estirado cuan largo era y con las piernas un tanto entreabiertas. Parecía un soldado custodio.
– Na-nada, Lucius. Supongo que trabajan en algo para el concurso, ¿no es así?. – intervino el profesor Slughorne haciéndole un guiño con los ojos.
– Así es, profesor. Tenía entendido que teníamos completa libertad para prepararnos en ciertas materias, como previsión y que podíamos reunirnos donde y cuando quisiéramos para hacerlo. – dijo Lucius dirigiéndose al profesor e ignorando a la profesora.
Justo había llegado el profesor Dumbledore escoltando a la Sra. Pomfrey. Se detuvo detrás de la profesora McGonagall, esperando impaciente a que entrasen en la habitación pero al ver que nadie se movía, dijo imperiosamente:
– ¿Nos permites pasar?. – dijo el profesor haciendo ademán de entrar, pero Lucius no se movió ni un milímetro ante la “orden” y sus caras quedaron a una nada al querer el profesor pasar y Lucius impedírselo. Luego de una pausa casi imperceptible, se hizo a un lado, indicándoles que pasasen, haciendo un gesto servil, nada propio de él, que resultó ser más un gesto de burla.
En la habitación, estaban todos de pie, apoyados en las paredes y/o sentados en las camas que tenían las cortinas corridas, con excepción de la de Severus, que tenía las cortinas echadas, por las cuales se adivinaba una luz muy brillante. Dumbledore se acercó y con voz aparentemente cordial y alegre, los saludó mientras iba directo a la cama de Severus y con un rápido movimiento, descorría las cortinas. Al abrirlas, encontró en el centro de la cama, un grupo de unas doscientas hadas, apiñadas entre sí formando una colmena zumbante y frente a ellas, de cara a Dumbledore, una muy, muy hermosa y de alas un poco más grandes que las demás.
– Amminthas, qué placer verte. –
– Dumbledore. –
– ¿Qué te los trae por el castillo?. Usualmente sólo nos honran con su brillante y bellísima presencia para los eventos más exclusivos y especiales… –
– Qué bonito se escucha cuando lo dices así, Dumbledore. Hasta se pensaría que realmente les interesa nuestra compañía más allá de para servirles como ¡LAMPARAS DE NOCHE!… – dijo la reina de las Hadas del bosque, con gesto altivo, adoptando una actitud digna y decorosa. – Estamos aquí porque hemos sido invitados. –
La mirada de la reina se dirigió a Orel, quien las había llamado con el lenguaje de la naturaleza, que cada vez más claro se hacía en su memoria, pero fue Lucius, quien comentó, luego de aclararse la garganta (se partía de risa por dentro ante la magistral actuación de la reina), que las habían invitado al concurso de pociones, organizado por el profesor Horace Slughorne.
– Nos dijeron que podíamos tener invitados especiales y dado que nuestros vecinos mágicos más cercanos, son precisamente los habitantes del Bosque Prohibido y del Lago, nos pareció lo más acertado invitarles, sobre todo teniendo en cuenta la inapreciable sabiduría que han tenido la gentileza de regalarnos. De igual forma hemos invitado a la Sra. Pringle y su hermano, a la Sra. Pomfrey y al director del Hospital San Mungo y el Ministro de Magia, aunque este último fue realmente invitado por el director del Hospital al saber que donaremos todos los elementos y pociones que obtengamos y realicemos ese día.
La reina escuchaba a Lucius con la mirada altiva fija en Dumbledore, que escucha también con atención y expresión entre impresionada, divertida y molesta. Las hadas no gustaban de los magos, porque la mayoría las cazaban para obtener su polvo mágico, sin embargo, era conocimiento de todos que había algunos, muy pocos, que les eran muy queridos y otros simplemente, políticamente soportables. Dumbledore sabía que el era de los segundos y que con sus palabras, Lucius Malfoy y sus amigos, se habían asegurado un eterno sitial en el corazón de las hadas y los demás habitantes del bosque y el lago, que ya de por sí habían obtenido gracias a Mielitrra y Hérios y sus propias intervenciones. Amminthas se despidió con un asentimiento y fue seguida por toda su familia.
Ya solos en la habitación, Dumbledore dirigió una elocuente mirada a todos, uno por uno y luego preguntó con voz clara:
– ¿Qué le han prometido a Amminthas para que haya venido personalmente con los suyos hasta aquí?. –
– No les hemos “ofrecido” nada. Simplemente les hicimos llegar esta invitación. –
Pasados unos minutos, el director ya estaba perdiendo la paciencia e iba a preguntar nuevamente, cuando Lucius de abrió la túnica con movimiento espléndido y sacó una botella con un líquido ambarino que bailaba perezosamente lanzando destellos dorados.
– Sin embargo y como es obvio, les tenemos preparados sendos regalos por haberse tomado la molestia de asistir a una simple actividad escolar. Simple en el sentido práctico, ya que como he dicho, la intención es que cumpla un mayor propósito. –
– ¡Am-bro-sía! – susurró Slughorne entrecortadamente, observando la botella embelesado.
Dumbledore escuchó claramente las palabras del profesor de pociones que además era un excelente catador de bebidas y fijó sus ojos en la botella. Era de un diseño sencillo y parecía ser de oro “transparente”, pero en el centro, tenía un grabado muy elaborado y, ya sea por su ojo experto o bien por la costumbre de verlo, reconoció enseguida el blasón de la antigua familia Malfoy.
– Creo que a tu padre no le gustará saber que has “ofrecido” uno de sus más preciados tesoros, aunque es probable que ya sea parte de tu legado. De todas formas, es muy “gentil” de tu parte, invertirlo para esta ocasión. –
– La única herencia que he recibido de mis padres, es la sabiduría ancestral de mi familia y un talento, mucho más que “considerable”. He sabido invertirlos y administrarlos bien y ahora soy un hombre, “afortunado”, que no necesita que su padre le de los regalos que desea hacer, profesor. – concluyó con una sonrisa encantadora.
Dumbledore lo miró con suspicacia y eso pareció indignarlo. Sin perder la compostura, añadió:
– Claro, somos hombres de tradiciones, “chapados a la antigua”, por lo que mantenemos una línea parecida al momento de identificar nuestras cosas. ¿Lo ve? – señaló una elaborada filigrana que adornaba el blasón de la botella. Escondida en los complicados trazos, había una “L” entrelazada con una M (en vez de la “A” que hubiese tenido si fuese el caso de que el dueño fuera su padre). – Nuestra cosecha de Ambrosía ha sido exquisita, será un placer compartir con ustedes el néctar de los dioses. –
Todos los adultos presentes mostraron sorpresa ante las palabras de Lucius. Dumbledore abrió la boca para comentar, pero fue interrumpido por Slughorne, quien, para evitar complicaciones, dijo inmediatamente:
– Excelente, Excelente, muchacho. No puedo esperar. Dumbledore, Minerva, Poppy, creo que no tenemos más que hacer aquí, no les parece?. – Señaló la puerta y salieron casi todos de la habitación, medio turbados todavía por la primicia de Lucius.
Dumbledore se paseó por la habitación, aparentemente muy tranquilo, pero interiormente, inquieto. Se había quedado corto al imaginar el alcance de los chicos. Recorrió despacio la habitación, tomándose su tiempo. Seguía sin poder ver absolutamente nada fuera de lugar pero sabía que algo había ocurrido en esa habitación, la “secuela” mágica era clara y muy poderosa y para acrecentar su inquietud, Lucius no sólo le mostraba una botella de “ambrosía”, de su propiedad, sino que le decía que había hecho más. -“No puede ser”- pensó. Ningún mago conocido había logrado crear ambrosía, ninguno, nunca incluso él, que había logrado con su amigo Nicolás Flamel crear una piedra filosofal, nunca lo había logrado y allí estaba ese grupo de mocosos, hablando como si tal cosa de una “cosecha” y restregándosela en la cara.
– Saben, los enanos son seres muy inteligentes, pero muy desconfiados, tanto es así, que desde tiempos inmemorables, han hecho del interior de las montañas más grandes el hogar donde guardan celosamente sus tesoros. Uno de ellos, es precisamente la “ambrosía”, cuyo secreto de fabricación es traspasado de generación en generación a los más jóvenes, sólo cuando éstos van alcanzando la edad correcta, que se traduce a muchas eras. Este y muchos otros secretos, han sido divulgados a través de los tiempos con el único propósito de que sepamos que los tienen y sintamos “envidia” y busquemos y busquemos y seamos capaces de darles lo que pidan como pago por sólo un pequeñísimo sorbo del néctar de los dioses. Una varita, por ejemplo.
Estoy seguro de que saben que a las criaturas mágicas, no humanas, se les ha prohibido el uso de la varita, artefacto mágico de nuestra invención, no sólo porque no la necesitan para hacer magia, sino porque podría resultar peligroso para ellas. Lastimosamente, nuestros esfuerzos para hacérselos entender han sido infructuosos y siguen ofreciendo sus “tesoros” para conseguir lo que se han propuesto como objetivo, que no es realmente poseer una varita, sino vengarse por lo que consideran siglos de irrespeto.¿Cómo? Simplemente, haciéndonos infringir nuestras leyes, que para ellos, es la peor deshonra, ya que ellos son muy respetuosos de las suyas. Pero, estoy seguro de que todo esto ya lo saben, así pues, nos vemos mañana.
Lucius temblaba iracundo. Despreciaba los aires de grandeza de Dumbledore, quien según él y a pesar de la supuesta amistad que lo unía con su padre, siempre había considerado a la familia Malfoy, no más que mercaderes inescrupulosos que invertían su rancia herencia en obtener lo que se les antojaba. Severus lo veía luchar consigo mismo para no explotar. Hizo desaparecer la botella de sus manos (de “oro” mágico labrado por duendes) y dijo con calma:
– ¿Porque pierdes el tiempo con él?. En unos minutos cuando llegue a su despacho, se sentirá como una cucaracha por haberte tratado así frente a todos y luego se regodeará en lo sabio que fue al apartarse del poder y recluirse en este colegio, evitándole así al mundo que su genialidad lo estropease. –
– Si, claro. –
El raudal de imágenes que los inundó los hizo sentir como si el piso hubiera desparecido y cayeran al vacío.
– Lucius, Dumbledore es a partir de hoy, una figura de autoridad para ti. Es el director de Hogwarts y como tal, tiene mi consentimiento para ejercerla. – el tono de Abraxas se dulcificó un poco al continuar. – Por favor hijo, no compliques las cosas. –
– ¡¡¡Papá!!!. –
– Es eso o que estudies fuera de Inglaterra… – dijo Abraxas desviando una milésima hacia la izquierda la mirada, fija hasta ese momento en los ojos grises de su hijo. – Lo que me lleva nuevamente al punto… No compliques las cosas… ¿si?. Hazlo por mamá y por mí. –
– ¡¡¡Pero papá!!!…-
– Lucius… tienes apenas once años. Relájate, ¿bueno?. –
El tono imperioso de su padre, surtió el efecto acostumbrado: Lucius respiró entrecortadamente por varios minutos hasta que poco a poco fue recobrando la compostura. Todos los que observaban atentamente el recuerdo, tuvieron claro de dónde sacó Lucius ese porte frío e imperturbable: de tantas veces que la ira estuvo a punto de dominarlo pero supo mantenerla a raya, aún cuando apenas era niño, aunque no uno normal, sino más bien, un viejo en el cuerpo de un niño.
Nunca habían prestado importancia a la notable condescendencia con la que Lucius trataba a Dumbledore, pero quedaron impresionados ante las imágenes que sucedieron a continuación, cosa rara en ellos.
– ¡Arggrrr!. ¡Patrañas!. ¿Figura de autoridad?. ¿Con qué derecho…?. –
– Señor, por favor… tranquilícese…señor… – decía Dobby nervioso, viendo como su amo estaba en el centro de su habitación con el lacio cabello crispado y el rostro bermellón. Quizás él, como el ser mágico que era, podía ver que Lucius estaba a punto de estallar y quizás veía algunas chispas saltando por allí que anunciaban peligro, porque lo encerró en una cápsula gigante, traslúcida, que de un brillante nácar, pasó a tomar el mismo color púrpura que tenía el rostro de Lucius, o quizás era algo normal y solo seguía órdenes. Sí, era esto último… – Mi señor, es peligroso que esté allí dentro con toda esa energía… por favor, cálmese… –
Pero Lucius no escuchaba al elfo… desató toda su furia sin a penas mover el pecho un poco, indicativo de que respiraba. Pocos minutos después, pudieron escuchar un rugido atronador que hizo vibrar cada fibra de su cuerpo. Del pecho de Lucius se vislumbraba un haz de luz roja, brillante, que claramente se distinguía a través del velo púrpura. No podían dar crédito a lo que veían… Su pecho se había abierto como si una garra de uñas filosas lo hubiera rasgado y pretendiese salir por ese pequeño agujero y así fue… las uñas dieron paso a una garra, luego a una pata y luego a un dragón que no por estar hecho de lo que parecía niebla roja, se veía menos imponente y aterrador. El dragón rugía y el elfo temblaba, pero no estaban seguros de si era por miedo o por tratar de contener el poder del dragón y de su amo.
Lucius parecía no enterarse de lo que ocurría alrededor. Aún cuando su pecho estaba desgarrado, parecía no dolerle, ya que el seguía en su diatriba.
– ¡Maldito traidor!. ¡Qué basura de leyenda!. ¡Una simple pelea de amantes que terminó mal te puso en la cima del poder que tanto desprecias!. ¿Inteligente?. Sí, claro. Descubriste los usos de la sangre de dragón con sólo estar en el lugar y momento indicado. Te quedaste con el crédito de mi padre y tuviste el descaro de aducir que lo hiciste para salvarlo de una condena segura por haber matado a un dragón, cuando fuiste tú quien mató al dragón, ¡¡¡A MI DRAGON!!!. Mataste a Draco porque no eres capaz de reconocer un ronquido de un gruñido, ¡Maldito cretino!… –
El sonido de su voz se iba desvaneciendo con cada palabra que decía. Estaba realmente furioso y Severus se percató de que no era sólo en el recuerdo. Allí, a su lado, tenía también el cabello crispado en la coronilla y todo su cuerpo había pasado de rojo a azulado, sobre todo en el cuello. Tenía los brazos a los lados del cuerpo con los puños apretados.
Severus aplaudió muy fuerte y el sonido pareció romper el encanto y los devolvió a la realidad, a todos, menos a Lily que al igual que él, había notado lo que sucedía y había cubierto a Lucius con una ligera capa helada, luego, había hecho aparecer unas llamas sobre las palmas de sus manos y las había dirigido a Lucius para descongelarlo.
– Pero que receptivos somos todos a la ira… Interesante. ¿No?. ¿Y bien?. ¿Qué pasó después?. –
Lucius, reconfortado por el calor de Lily, esbozo su más encantadora y letal sonrisa y dijo:
– Ah, como es de suponer he corregido algunos errores, aunque no todos los que quisiera. Tengo pendientes algunas “facturas” por cobrar y sus respectivos… intereses. –
– ¿Hiciste que pusieran a Dumbledore en los cromos de ranas de chocolate?. ¿Y esa es tu venganza?. ¡Pero si es de lo que más orgulloso está!. – dijo Joshua riéndose al observar en la mente de Lucius el brillante contenido de un paquete de esa golosina.
– Aunque sólo los inefables y yo sepamos que así es, me encargué de que el nombre de Dumbledore se inmortalizara en esos inútiles cromos en vez de en los registros oficiales mágicos, donde consta que fue mi padre y no él, quien realizó el descubrimiento. Además, conseguí que cada galeón, cada sickle, cada knut generado por la venta de esos chocolates, sea depositado a la cuenta de mi padre en Gringotts para siempre, al igual que un porcentaje de las ventas a nivel mundial de la sangre de dragón y sus derivados.
– Vaya, no sabía que se patentizaran las cosas en el mundo mágico. – dijo Joshua sorprendido e interesado.
– Desde que el honor dejó de ser la tinta con la que se escribe la historia – afirmó teatralmente. – se patentizan las cosas. Te sorprendería saber las muchas cosas que tenemos en común los muggles y nosotros. –
– Eres un genio. –
– Lo soy, pero no entiendo porque te sorprende, estás anuente a mi modus vivendi… ¿de donde crees que sale el oro?. Pero, vamos, este no es tema de conversación queridos amigos. Pasemos a asuntos más…agradables. –
No podían no saber. La mirada de Lucius era tan fría y calculadora pero a la vez, tan aterradora en su vivacidad y tan “brillante”, que sabían que se moría por contar la historia tanto como ellos por escucharla. Sabían más o menos de lo que Lucius era capaz, pero el saberlo tan poderoso a tan corta edad, seguía pareciéndoles impresionante.
– Bueno, bueno, – dijo sonriendo – está bien, se los contaré: Los “compré”. – dijo como si tal cosa y luego agregó sonriendo – Bah, no como creen. ¡Me los eché al bolsillo con un derroche de astucia y sagacidad!. Presenté pruebas irrefutables: Sólo tuve que llevarlo al ministerio y listo, no quedaron dudas al respecto. Eso me ganó el respeto de mi padre – concluyó con orgullo.
– A ver… ¿entendí bien?. ¿Llevaste un dragón muerto a declarar al Ministerio?. –
– Claro que no… No estaba muerto cuando lo llevé. El dragón era parte de nuestra familia. Lo reviví y entonces lo llevé. Cabe destacar que para entonces era yo muy joven y sinceramente no se me ocurrió otra forma, más fácil, de conseguir el mismo objetivo, como por ejemplo, exprimirle el cerebro a Dumbledore y presentar sus recuerdos como pruebas, así que opté por la entonces opción A. Fue un poco difícil, debo decir, por el inconveniente de revivir a mi dragón, no es fácil hacerlo, ¿saben?, pero no me arrepiento. –
– ¿Cómo de-mo-nios reviviste a un dragón?. –
– Sólo puse en práctica la leyenda… –
Lily ahogó un gritito y todos la observaron. Procedió a narrar l leyenda, mirando a Lucius con un renovado respeto, ya que intuía lo ocurrido.
– Existe una leyenda muy antigua que habla de una Reina, que loca de pena al ver a su hijo, herido de muerte tras una cruenta batalla, invocó magia muy antigua para comunicarse con un viejo dragón, amigo de sus ancestros. Los dragones tienen el poder de devolver la vida y salud a un ser humano, entregándole la mitad de su corazón. Bestia y humano se convierten en uno sólo…-
– ¿¿¿LE DISTE LA MITAD DE TU CORAZÓN A UN DRAGÓN MUERTO???. – nuevamente Joshua, el más impetuoso del grupo, puso voz a la gran pregunta que todos se hacían con la boca abierta pero sin llegar a emitir sonido. – ¡¡¡HABLA YAAAAA!!!. –
– Si insistes… – sonrió. Sí. Invoqué la misma magia y le di parte de mi corazón a Draco. Luego le pedí que me acompañara y el resto es historia…-
– ¿¿¿Historia???. ¿Cómo demonios no se sabe nada de esto?. –
– Oh, por mi “seguridad”. Los Inefables tenían la “impresión” de que, si se llegaba a saber de mi poder “excesivo” para mi edad, aún siendo un Malfoy, podría correr peligro. Así que, por mi “seguridad”, ya saben, prohibieron mágicamente a todos los implicados a revelar información y se convirtió en uno de los mayores y, debo agregar, interesantes secretos custodiados por ese departamento. –
– ¿Les “amarraron” la lengua?, pero ¿cómo puedes hablar de ello entonces?. –
– Tenía casi siete años cuando lo de Draco, Valmont. ¿Crees que alguien sea capaz de “amarrarme la lengua” o hacerme hacer algo que “yo” no quiera?. – dijo Lucius con tanta sutileza que para cualquiera podría haber pasado por alto el tono acerado de su voz, menos para Severus y Lily que lo observaban con atención. Sólo una cosa en esta vida me ha sido negada – dijo tomando la mano de Cissy – pero ahora sé que también eso lo conseguiré. – Impúdica, así podría describirse la sonrisa que curvó sus labios. – No obstante, no lo he comentado con nadie más que ustedes, “mi familia”, dado que es muy gratificante ser inmensurablemente poderoso, sin tener que presentar todas mis cartas. El poder por poder, es aburrido, hasta inútil, no tiene valor, pero ser poderoso, temido y a la vez, tan sabio como para saber manejarlo, eso si que es grandioso. Toda una hazaña. ¿No les parece?. – concluyó, regodeándose en si mismo.
– ¿Suficiente? – dijo Severus con una ceja levantada, varios minutos después de que Lucius terminara de hablar. Lo dejó regodearse un poco y luego lo bajó a tierra, se lo merecía.
– ¡Oh, si!. Han sido un público perfecto. – sonrió.
– Te devuelvo el cumplido…- dijo la voz de Draconus resonando en la habitación. Lucius se tensó, pensando en lo que tendría que pasar para pagar esa vez por su arrogancia. – Y no, no tendrás que pasar por nada, puedes estar tranquilo. Creo que ha quedado claro lo parecidos que somos… ¿no?. –
– Yo no soy igual que tú Draconus. Una cosa es estar en batalla y otra muy distinta…-
– Matar es matar, mi querido amigo, pero te entiendo… eres joven y todavía no sabes manejar tu poder, prefieres jugar sádicamente con las esperanzas de tus contrincantes de poder vencerte en vez de fulminarlos inmediatamente sin que sufran porque la segunda opción es más “aburrida”. Pero tranquilo, para eso me tienen a mí. Yo ya he pasado por eso, así que seré su maestro. –
Draconus desapareció riendo a carcajadas y todos, tensos, soltaron el aire.
– ¿Qué rayos significa eso?. – preguntó Lucius a Severus, pero este observaba a Cissy. – ¿Qué pasa cariño?. –
– No lo sé. Me siento… diferente, pero no sabría decirte porqué o en qué… –
– Jamás permitiré que te hagan daño, ¿lo sabes, no?. – dijo Lucius preocupado.
Cissy posó su mano sobre la de Lucius, que acariciaba su mejilla y sonrió. No sentía temor, ni rabia, ni siquiera molestia, todo lo contrario, se sentía plena. No tenía la menor idea de porqué, pero desde que habían presenciado el encuentro de Severus y Lily, se sentía viva…
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Me encantoo este capituloo!!!
estuvo genial!!! =D
Kiss!!♥
¡Muchas gracias Sara!. 🙂 Fue un place escribirlo.
Que es eso diferente que siente Cissy?
Ya verás… sale en el capítulo siguiente… 😀
Tiene que ver con sus “habilidades”…
Oiig me dejaste intrigada jaja 😉
Cuando publicas el siguiente capitulo??
Antes del fin de semana, lo prometo. Hubiera querido terminarlo para San Valentín porque contiene un par de escenas que… bueno, no pude, pero antes del fin de semana seguro lo hago.
Saludos,
¡HAPPY VALENTINE’s DAY!.
ok, estare esperandolo 😉
Muy interesante me he demorado por cosas de la U pero he vuelto y dejame decirte que me dio cositas eso que hicieron Severus y Lily y ese Lucius tiene todo derecho de enfadarse con ese Albus me pregunto si Albus veradero hizo mal por que no me sorprenderia y eso merodeadores definitivamente en esos dias me cai bien solo Remus, enserio que si osea, que poca mentalidad tienen.
Ah y cuentame ya abrio POTTER MORE que paso, necesito estar al tanto.
Y lo de Draco me sorprende no me diras que Lucius adopta a Andres y le coloca Draco, es decir le cambia el nombre y supongo que le borra la memoria je je je. Sabes no me sorprenderia que me salieras con que Lily le puso Harry a su hijo por el alcon de Severus.
Sabes ahora que lo recuerdo no me cuadra eso de Harry potter 3 cuando lo del dementor se supone que harry era un bebe y no recuerda y si recuerda porque no recuerda a su madre y a su padre.
Ademas para mi Remus sabia muchas cosas mas y se lo guardo por ejemplo cuando esta con Harry habla mas de la mama de lo que Sirius le hablo y eso que Lily tenia mas contancto con el padrino, de verdad ahi muchos cabos sueltos en esta historia y que solo se resolveria regresando al pasado por medio de un libro dedicado a Snape ya que es el unico mago que tiene capitulos enteros como EL PROFESOR DE POCIONES y un libro sobre el EL MISTERIO DEL PRINCIPE y en el final en sus memorias se ven cosas confusas y ahi unas preguntas que me hago ejemplo si Lily solo era una amiga se hubiera alejado, porque que caundo el va a la sala comun de ella, Lily le dice que ella ya lloro mucho por el esperando que viniera a disculparse y que sus amigos le decia porque seguia soportandolo porqeu seguia con el despues de ese insuto, no comprendia el por que y que ella tampoco y Sev le dice que no se valla y ella le dice: Dame una razon para que no lo haga solo una, estas con eso encontra de mi sangre, porque seria la ecepcion y como no respondio se fue tu que dices de eso. Es decir igual que Sev se guardo ese sentimento y nunca dijo nada a noser que haya confiado en Sirius o Remus y ellos fueran sus paños de lagrimas y tal vez por eso Black no la nombra mucho. Tu que me dices.
Si, después de que lo escribí me dio cosita a mi también porque al final deja un regusto sádico jejejeje.
Potttermore no ha empezado para todos y en Beta, sigue medio mal, pero supongo que siguen trabajando duro. Ya nos dirán.
No, Lucius sí adopta a Andrés pero éste no es Draco. En cuanto a la elección de nombre de Harry, sí, tiene que ver, pero no es un asunto romántico… es más bien “práctico”… ya verás…
Precisamente el recuerdo de Harry en Hp3 arrancado por los dementores fue lo que me dio la idea. En Hp7 es completamente diferente el último momento de Lily con su hijo… pero esa parte viene un poco más adelante.
Definitivamente, en ese momento, ninguno de los merodeadores me caía bien, ni siquiera Remus que siempre ha sido el más cobarde.
Sería megaultragenial que Jk hiciera un libro de Severus, pero realmente de él, ya que sus menciones en la historia siguen quedándose cortas.
Lily estaba herida. Desde que llegó a Hogwarts fue alguien más de que no era. Estoy convencida de que a Lily le pasó lo mismo que a Harry en su momento, quedó en una casa que no era la suya. La diferencia con Lily es que ella despreciaba a sus compañeros, en cambio Harry los amaba porque se habían convertido en la familia que él no había tenido… pero Líly YA TENÍA FAMILIA… Severus… y además, había sido feliz con sus padres…
Creo que tuvo que mediar algo mágico para que Lily cambiara de pensar con respecto a James y sí, me refiero a una poción de amor. Claro, el caso no fue como lo que ocurrió a Mérope… Lily en su momento tendría otras cosas en su mente y en su corazón, así pues, juntarse con quien compartía sus ideales, debió ser la mejor opción, que luego se convirtió en algo más.
Sirius por su parte, tuvo que ser realmente el mediador entre ellos. Me parece que como mínimo gustaba de ella, sin embargo y a diferencia de lo que ocurrió con Harry, James se quedó con la chica en vez de ser él quien lo hiciera. By the way, fue por las mismas razones que Sirius nunca se metió: Lily y James eran su familia.
Y si te has dado cuenta la referencia que Sirius le hace a Harry en los libros bueno no los he leido pero en Internet dice que BLACK le comenta sobre Snape le dice que el sabia mas maldiciones que que chicos de sexto curso cuando recien ingreso, eso me hace pensar en muchas cosas como que han analizado a Sev o que mismo o sera que Lily Le conto algo por que tal vez Sev sepa pero no es tan tonto como para demostralo bueno un poco pero no al extremo me explico Sev no es de los que fanfarronean su talento como el sosodicho Potter o fue Lupin pero el tambien es raro cuando le dice a harry que Lily veia la belleza de otros cuando estos no podian verla bien podria estar hablando de el mismo pero hubiera dicho “en una persona” y “no en las personas” y al parecer Lupin si tiene la idea de lo de Sev y Lily por que no me como ese cuento de que si “Albus confia en el, tambien yo” por que si te fijas Tom le refuta que Albus se puede equivocar y Lupin le dice que “Quedan pocos y si peleamos entre nosotros estamos perdidos” y recuerda que dice: Harry no has pensado que Snape puede estar ayudando a Draco para saber lo que va a pasar e indirectamente asi es. Y tal vez al final no lo defiende porque seria peor e inutil pero me late que estos dos se comunicaban, quien sabe como lo hacian, porque como supo Snape cuando trasladarian a Harry y aun mas cuando ya nadie confia en el como puede tener seguridad que hay que tenerla o sino comida para Naginy. Sev tuvo que reunirse con Lupin en algun lugar protegido y luego hablar con Mundungus Flaker o algo asi eso tiene mas sentido para mi hay cosas por resolver en el enigma harrypotiense o Severuciense.
Ya lo encontre se llama: Harry Potter y la amenaza fantasma capitulo 1 completo
Una nueva oportunidad para severus snape parte 1
Ya lo leí, está muy bueno. Gracias por el link (http://rickmanclub.creatuforo.com/harry-potter-y-la-amenaza-fantasma-capitulo-1-completo-tema1097.html) XD.
¿Son tres capítulos o hay más?. No vi más en esa página.
Severus sabía cuando trasladarían a Harry por que él ideó el plan y se lo puso en la cabeza a Mundungus luego de hacerle un encantamiento confundus. Ojoloco y Dumbledore evaluaron el plan y les pareció excelente, así que procedieron.
Ahora bien, creo que sí había algún tipo de relación entre Remus y Severus, pero basada más bien en el respeto, el agradecimiento, la complicidad y la “vergüenza” de Remus hacia Severus.
Sirius Black mencionó en su momento que Severus conocía más hechizos que cualquier alumno de último año cuando ingresó a Hogwarts. Remus a su vez, mencionó que “hay muy pocos magos capaces de hacer una poción matalobos” misma que lo convierte en un ser “manejable”. Yo creo que en el Colegio, Severus creo la poción matalobos y se la ofreció a Remus para probarla (lo cual implica que Severus sabía que Remus era un licántropo… seguramente lo reconoció a penas lo vio en el colegio), casi seguramente con la venia de Dumbledore. La poción funcionó y desde entonces la tomó. Mientras tanto, los merodeadores luchaban por convertirse en animagos para estar con él hasta que un día lo lograron.
Cuando lo hicieron, Remus se vio en una disyuntiva: Traicionar la confianza de Severus/Dumbledore o traicionar la confianza de sus amigos (Seguramente Remus nunca les dijo a sus amigos que la poción la hacía Severus, muy probablemente todos asumieron que la poción la hacía Dumbledore). Remus escogió a sus amigos y se lanzó a la noche sin decirles que lo que lo hacía un ser manejable era la poción y no el “llamado de su manada” (Remus no hizo caso de Sirius cuando este le habló en Hp3 y lo lastimó porque ese día no se había tomado la poción matalobos).
Estoy casi segura de que cuando Sirius insinuó a Severus que Remus estaba en la casa de los gritos para, según este, tenderle una trampa y que se encontrara con un Licántropo convertido, Severus no fue allí para fisgonear, lo hizo para llamarle la atención a Remus y seguramente para tener pruebas contra los merodeadores de que ellos sabían y compartían la situación de Remus sin decirle nada a nadie, lo cual los convertía en una cuerda de locos peligrosos para los demás. Cuando James supo lo que había pasado, decidió interceptar a Severus ya que James funcionaba un poco como Harry (bajo presión) y a lo mejor pensó que sería contraproducente que Dumbledore supiera lo que estaban haciendo. Muy probablemente, Dumbledore apareció antes de que Severus les restregara en cara que sabía lo que estaban haciendo y éste (Dumbledore) le “prohibió” a Severus que dijera nada a los chicos por alguna especie de “conmiseración” para con Remus quien podría pensar o sentir que si sus amigos sabían que el compartía cosas con Severus, lo abandonarían.
Severus se recontracabreó porque encima de que ignoró sus advertencias (como hizo tantas veces después, como cuando no quiso escucharlo al Severs recordarle que Remus era amigo de Sirius y que éste podría estarlo ayudando para entrar al castillo) hizo ver que James le había avisado de lo que estaba pasando y que con esto LE HABÍA SALVADO LA VIDA.
Me imagino que en ese momento, James Potter y Sirius Black hubieran probado por primera vez
las mieles de una maldición imperdonable si no hubiera sido porque Dumbledore estuvo presente, así que, sin ese “castigo”, Severus lo que hizo fue sumar una más a su larga lista en contra de los merodeadores.
De allí el respeto (Severus le diño la poción), el agradecimiento (Severus no lo delató), la complicidad (Remus sabía que Severus era alguien en quien se podía confiar pese a cualquier circunstancia) y la “vergüenza” (por no haber actuado en consecuencia, sino haberse comportado como un chiquillo travieso cualquiera).
Severus a su vez tuvo que ver en la mente de Remus todos estos sentimientos y pudo haber pensado que eran “suficiente” castigo y darse por bien servido aunque Remus no supiera que él lo sabía, sobre todo porque estoy segura de que era un suplicio ver la expresión maliciosa de Severus cuando le entregaba la copa y pensar: “¿será esta vez…?” (que me va a envenenar).
By the way, creo que Remus siempre quiso lavar su conciencia pensando que Severus actuaba en contra de sus amigos por una simple cuestión de rivalidad (ese cuento chino de que Remus, conociendo a Severus, hubiera sido capaz de decirle a Harry que él pensaba que le tenía envidia a James porque James sabía volar bien y era populr, no me lo creo) para no profundizar en ello y no sentirse peor, razón por la cual Severus, probablemente le dijo que la poción matalobos no admitía “azúcar”… XD.
JEJEJEEJEJEJ BUENA TU ACLARACION SOLO ESPERO QUE ESA PERSONA QUE AMO A SNAPE SEA LILY AUNQUE NO LO CREO Y COMO YA DIJE: NO ES DIGNA DE MI SEVI Y PREFIERO EL FINAL DEL QUE TE HABLE. PERO YO DIGO.
EN LAS PELICULAS: COMO HACE PARA SOPORTAR TANTO ODIO, SOLO Y SIN EL RESPALDO DE ALBUS, QUISIERA PENSAR QUE como tu dices de Lucius que fue su mejor amigo, porque asta el mas fuerte necesita un hombro para llorar, ademas se nota en la peli, cuando se dirige al alumnado, notas la exprecion de su rostro como dicendo: No es culpa mia, No me odien por favor y dime algo. ¿Tu crees que hubiera entregado a Harry a Voldemort si lo atrapaba, tu me entiendes? Yo creo que trataria de que Harry huyera de alguna manera, yo digo que, no.
Libros: Aunque en un cuadro esta Albus hablandole y tratar de que no descubran eso, has sentido que mientras estas en casa es seguro un 95% pero al salir ese porcentaaje baja a medida que te alejas creo que le pasaba lo mismo a Sev, dentro del despacho con Albus en el cuadro se sentia seguro pero al abrir la puerta habia un mundo helado afuera esperando para deborarte a odio.
Si, yo también lo sentí, sobre todo sentí el peso de “lo que todavía tenía que hacer” que era, permitir que lo mataran.
Yo creo que no, no lo hubiera entregado, de hecho, prefirió “morir” antes que hacerlo porque estoy seguro de que él sabía que Harry estaba allí, escuchando la conversación entre él y Voldemort. Hubiera sido fácil decirle: Mi Señor, aquí está Harry Potter y entregarlo. Voldemort le hubiera arrebatado la varita de saúco sin matarlo y hubiera matado a Harry sin herir a Severus. Probablemente hubiera pensado que si algo pasaba, Severus lo ayudaría como había dicho que hubiera hecho en Hp1. Voldemort confió en su palabra, siempre confió en él y lo estimaba (Voldemort realmente lamentó “matar” a Severus). Voldemort hubiera matado a Harry y entonces, Severus hubiera podido matar a Voldemort e ir en busca de los horcruxes que faltaban a la velocidad del “humo”, porque estoy segura de que en ese momento de Vulnerabilidad, hubiera visto en la mente de Voldemort todos los horcruxes que faltaban.
Era un buen plan, uno muy sensato, pero no creo que Severus hubiera podido soportar ver otra vez los ojos de Lily sin vida.
Así pues, alejó a Voldemort del lugar donde estaba Harry Potter para poder darle a este lo que este precisaba para cumplir con su tarea y le dejó a él la decisión de tomar su destino en las manos, con ABSOLUTAMENTE todos los agravantes necesarios, sin medias tintas como lo hizo en su momento Dumbledore. Se lo puso todo tan clarito como la sustancia donde vertió los pensamientos.
Ahora bien, si Harry hubiera estado bajo su cuidado desde el día uno y me refiero a que hubiera vivido con él desde el momento en que lo encontró en la casa de sus padres. luego del ataque de Voldemort, Harry Potter sería el mago más poderoso del mundo y ambos hubieran dado caza a Voldemort sistemáticamente y sin errores. Finalmente, la historia hubiera sido “oscura” porque hubiera estado revestida del tono “severo” de Severus, pero también hubiera sido “limpia” y con esto me refiero a todos los aspectos. No habría historia de por medio porque Harry hubiera sido el todo para Severus y “viceversa” y estoy segura de que en esas circunstancias, Harry hubiera tenido prohibido cualquier tipo de relación por ser demasiado peligrosa. ¡Ni siquiera hubiera ido a Hogwarts!, porque ¿para qué?.
Al final, terminado el peligro, sería tan cerrado como lo es Severus y probablemente hubiera pasado el resto de su vida (luego de que Severus falleciera), leyendo y haciendo pociones, sólo, en la calle de la Hilandera, con la única compañía de un cuadro en el que estuviera retratado Severus, quien a su vez le prestaría atención a medias porque la mitad del tiempo estaría observando dentro de su espacio (su cuadro) uno de Lily.
Pero no sería la historia que amamos si hubiera sido así, ¿no?. XD
Esta es precisamente la razón por la que creo que Dumbledore dejó a Harry fuera del mundo mágico, para que tuviera una “vida”. Quizás pensó que se lo debía antes de “tener” que “matarlo”. Por otro lado, si lo hubiera dejado con Severus, Harry hubiera crecido “marcado” como un mortífago y no sólo tendría que defenderse de éstos, sino que se tendría que defender del “bando contrario” que y perdón por lo que voy a decir, eran más peligrosos por su incompetencia que por su habilidad.
En cuanto a Severus, yo creo que el fue relativamente “feliz”. Cuando una persona siente en su corazón lo que Severus Snape sentía (nunca fue en pasado, siempre fue en presente), es feliz pese a cualquier situación que se le presente. En ese momento que mencionas, creo que él sentía ansiedad y temor de saber que no podría protegerlos a todos porque tenía otra misión que cumplir y esa es la tristeza que se refleja en su rostro.
Pero ahi esta que la razon de que snape si le tuvo aprecio a Harry solo que por su orgullo de slytherin no lo admite solo es al final que lo admite con esos ojos negros hermosos y esa frase: Tienes los OJOS de tu madre. ahahah
El temor lo doblega y digo temor porque es algo que asta Albus lo tuvo e incluso Voldemort al saber que moriria y ese en ese lapsus en que sacamos lo mejor y verdaderos secretos del corazon por eso digo que Snape si le cogio cariño desde la primera noche que lo miro a los ojos y luego miro a Albus haciendose el loco. Amo a este hombre quiciera un snape o un Malfoy jejejeje pero mejor el primero.
Oye una pregunta que es lo que le hace Voldi a mi Sev en en la casa de los botes ve de nuevo la pelicula y veras que el hace un movimiento de brazo y repentinamente sale sangre del cuello de Snape y luego lo mata Nagini, oye tiens Face digo para conocernos. Ya me caes bien y creo que saldras en Slytherin a por cierto no avanza Pottermore cierto.
1. Creo que Severus sí pudo sentir aprehensión por Harry al inicio, es normal, era el supuesto hijo de su rival, sin embargo, creo que Harry se ganó un puesto en el corazón de Severus más allá del que su madre le hubiera legado. Harry tenía muchas cosas de Severus, no por nada Severus fue su principal guía y maestro (¿Has notado que, con excepción de Lupin, Severus fue el maestro que más cosas enseñó a Harry y que éste pudo asimilar mejor?).
Ahora bien, no se puede negar que el vínculo entre Harry y Severus nació por el heredado de Lily, pero no dudo que luego ellos hayan creado su propio vínculo, porque incluso Harry, sin saber por qué y “odiando” a Severus como se supone que lo odiaba, se acercó a él y sus sentimientos no eran definidos.
2. Voldemort le hace un sectumsempra en la película y luego hace que Nagini lo muerda. En el libro hace que La esfera que protege a Nagini se ponga encima de la parte de arriba de Severus para que la serpiente lo mate dentro de ella. Fue escalofriante, ambas versiones.
3. Pottermore no ha abierto para todos hasta donde sé. Lo que si sé es que ya abrieron la sección de duelos.
4. Mi Face es Nac Rsom, igual estoy en Twitter pero básicamente uso este último para publicar. El Face si lo uso más y sí, ¡sería excelente que podamos conocernos mejor!. ¡Tu también me caes super bien!.
Me refiero a cuando Harry Ingreso a Hogwarts, es decir Albus le comento de los ojos del niño que eran como los de Lily y esa noche lo comprobo cuando lo mira y harry le duele la cicatriz y es mas fijate bien en los lapsus de las peliculas en que sale Sev y notaras que el solo lo mira a los ojos en todo momento rara vez lo mira diferente y ve a James pero luego se fija en sus ojos y se serena por que fue raro cuando en la primera clases de Pociones de Harry Snape se baja del escritorio y se dirige a Potter diciendole todas las respuestas y mirandolo a los ojos y luego se le acerca en el Juego de Quiddich deseandole suerte en el Juego dice asi: Que tengas suerte, Potter aunque despues de derrotar a un troll sera pan comido inclusibe en contra de “Slytherin” y se le sonrie, vez le desea suerte aun cuando es en contra de su propia casa, disculpame pero desde el primer año de Harry en Hogwarts si lo comenzo a apreciar aunque le recordaba tambien a su odioso padre y eso hacia dudar.
Y tenes razon en el primer año de Harry siendo un niño todavia fue por sus ojos luego fue su propio vinculo por que si te fijas en HP5 Harry le dice a Snape que Sirius esta en problemas creo que en esta Peli se ve que Harry confia en snape no solo por que era su unica salida sino por las memorias que observo se dio cuenta del verdadero recentimiento de Sev hacia su padre y lo entendio y oye como que un Sectumsempra no se supone que este echizo es solo y exclusivo de Snape aaaah ya se Potter cierto este cara de la grande dejo que voldi entrara y vio el echizo de Harry contra Draco verdad o algo asi por que sectum es echizo de Snape a mi me parece que lo ire con daga por si utilizo la varita esta debio haber reacionado si en verdad hubiese sido de Snape y por que no se dio cuenta esa cabeza de Huevo